Fede Lima, “el melodista” y su nuevo disco

“No soy de ir a ciegas hacia adelante. Me gusta ir parado en las cosas que construí que me parece que están buenas”. Fede Lima, líder de Socio, es muy reflexivo sobre su obra. Y así llega a la conclusión de que Mini glorias, el disco que presentará este 16 de octubre en El Galpón, es el que más le gusta de la historia de la banda.

Actualizado: 12 de octubre de 2015 —  Por: Mauricio Erramuspe

Fede Lima, “el melodista” y su nuevo disco

Fede Lima y Socio presentan Mini glorias (Foto: Difusión)

“Lo veo como un disco alegre, fue muy catártico hacerlo y me genera mucha tranquilidad”, dijo en entrevista con 180 a días de su presentación oficial.

Han preparado mucho el show de El Galpón que buscará “completar la foto” de una banda que está “muy unida”. Así, la lista de canciones incluirá varios temas del primer disco.

“Me di cuenta de que este disco tiene lo que le falta al primero y el primero tiene lo que le falta a este. Entre los dos se forma la foto completa de lo que yo tenía ganas de hacer y de lo que a la banda le gusta. De los discos que tenemos, esto es lo que más nos gusta”, explica Fede Lima.

Mini glorias es un disco breve y contundente. Diez canciones que muestran toda la potencia de Lima como compositor y cantante, además de una banda que seguramente puede ser una aplanadora sobre el escenario. Igual que en el disco.

Socio llegó a este trabajo quitándose muchas “capas” tecnológicas. Y apareció un formato clásico. “Lo nuevo resultó hacer algo clásico”, como dice Lima, y en ese camino “quedó lo no forzado, lo natural”.

Toda una invitación para disfrutar de un combo de temas viejos y nuevos que mostrará a la banda “en este momento”. Un gran momento.

180: Este disco marca un cambio bastante grande en tu música, dejás las computadoras por los instrumentos. Es un proceso inverso al que pueden haber hecho los músicos anteriores a vos en una o dos generaciones. Primero con los instrumentos y luego descubriendo las posibilidades de la tecnología. ¿Por qué pasó eso en tu caso?

Fede Lima: No sé por qué pasó. Cuando empecé a hacer música, cuando tenía 18 años, lo que escuchaba era mucha cosa de rock con música electrónica metida. Para mí fue como el modelo: el rock eran guitarras con tecnología, un sampler, un sintetizador. Venía influenciado por las bandas inglesas sobre todo (EMF, Happy mondays) y como que el modelo era ese, no de guitarras solo. A pesar de que escuché todas las bandas del 90 americanas (Soundgarden, Pearl Jam, Alice in chains) que era como lo contrario.

Me quedé más con lo de los ingleses. Y eso fue lo que marcó el camino. En determinado momento, después de tocar como 14 años con todo eso, pensé qué podía hacer algo nuevo. Y hacer algo nuevo era dejar eso, sacar el maquinazo y probar lo que no había hecho antes. Entonces, lo nuevo resultó hacer algo clásico.

El camino estuvo marcado cuando grabamos Fan de Faith No More que fue un tema suelto que se metió en el disco de Remixes y Versiones. Lo que probamos fue grabar eso en vivo, en un estudio, no trabajar con una computadora y vimos que podíamos. La libertad que generó hacer esas cosas de esa manera fue muy linda.

También hubo reestructuras en la banda. Nosotros tocábamos con Francisco Nasser que pasó a No te va gustar. Habíamos hecho un desarrollo con él de toda esa cosa electrónica y llegamos al momento de que si toda esa parte no estaba, no podíamos tocar. Si no estaba el sampler, si no estaba esa maquinita, no podíamos tocar. Fue como una reflexión, en vez de ayudar nos estaba coartando un poco.

Además, volví a cantar más alto a nivel de tonos, que era como cantaba antes. Me di cuenta de que me era más cómodo que hacerlo grave. Soy bastante conocido por esa cosa grave pero en este momento las dos cosas están funcionando a la vez.

180: Quizás sos más consciente de tus matices, de tus herramientas, tenés más confianza.

FL: Exacto. Fui más consciente de las cosas que podía hacer, de lo que me salía bien, de lo que no. Los discos de Socio fueron grandes experimentos para lograr diferentes acercamientos a la música, a la canción. En este disco, hubo un filtro: “esto estuvo bueno”, “esto no”, “esto sale forzado”. Quedó lo no forzado, lo natural.

180: Ese proceso de la máquina a lo instrumental que se dio en tu caso tiene un correlato en lo que ha producido la tecnología y la manera de compartir la música hoy con la revalorización del vivo. Hoy para los artistas es fundamental el show en vivo tanto en lo económico como el contacto con el público. Este formato te habilita mucho más al vivo.

FL: Si, si, sobre todo del proceso que tenés desde que terminás el disco hasta que empezás a tocar. Antes era un proceso muy complejo, nosotros hacíamos el disco no solamente con más de una compu sino que íbamos a un estudio, le mostrábamos al músico eso que teníamos en la compu y él tocaba eso. Cuando terminábamos de hacer el disco teníamos que escuchar de nuevo y aprender qué es lo que habíamos hecho. El estudio era como la herramienta final. Ahora no. Lo que hicimos fue hacer todo en la sala de ensayo y grabar el disco. Como lo grabamos es como se toca. Cuando empezamos a ensayar nos dimos cuenta de que rápidamente evolucionaba el proceso, la canción salía mucho más rápido. Eso lo hicimos con el resto de las canciones, todas pasaron por ese proceso de sacarle capas y dejar lo más tocado posible.

Lo que está bueno es que en el show no hay mucha diferencia entre las canciones viejas y las nuevas. Es Socio en este momento, no es que estamos tocando las canciones viejas y hay que hacer un cambio muy grande...

180: Me parece que vos reflexionás mucho sobre lo que vas haciendo. Sos un tipo que repasa, que crea relaciones entre un trabajo y otro. ¿Eso puede venir de tu rol como productor?

FL: Puede ser. Yo soy un melómano, me gustan mucho los discos y soy de reescuchar. En el caso de los libros, releer; y en las películas, remirar. Siempre estoy buscando qué me perdí, qué cosas nuevas me puede decir eso que hice. Qué otra lectura puede tener. Una manía de ir hasta el fondo en las cosas, tratar de ser coherente, en mi vida y en mi música, ver qué me deja el pasado como aprendizaje hacia el futuro. No soy de ir a ciegas hacia adelante. Me gusta ir parado en las cosas que construí que me parece que están buenas.

180: Leí que las canciones del disco salieron de experiencias personales. ¿Cuáles por ejemplo?

FL: Karma viene de un viaje que hice con mi novia a Asia. Fue un encuentro con la cultura budista y ese tipo de mirada hacia la vida. Nos dejó pensando bastante en un montón de cosas, en cómo funcionan esas sociedades que son muy diferentes. Me impactó para bien. Hay otra manera de ver las cosas y otra manera de vivir. Está buena la forma de interactuar en la sociedad, hay otra tolerancia y respeto. Siento que no hay tanto individualismo sino que se ven como una cosa más global.

El Sonido, que es una canción más metafísica, habla de la influencia de la música en la gente.

180: “Encontré a Dios en el parlante...”

FL: Si, une como dos partes. En una época yo empecé a ver bastantes documentales de física cuántica, sobre todo de lo que generan las frecuencias en nuestro cuerpo, lo que alteran la química del cuerpo y pasan cosas, con una cosa más real que pasó con el coproductor del disco. Es un argentino que era tecladista del grupo del hijo de Cerati, lo acompañó cuando se murió el papá. Estaba muy mal, pensando en dejar los estudios, se sube en un tren y aparece un tipo a cantar y canta dos canciones del padre. En ese momento reflexiona y siente que es como un mensaje del padre, “seguí adelante...” No me acuerdo cuáles eran las canciones pero él las tomó como un mensaje. Y él decide continuar, abandona esa visión deprimida y hace lo contrario.

Entonces, lo junté a eso de la física cuántica, del poder de la música, del sonido, en nuestras vidas...

Fénix es pasar por un proceso complicado... El proceso de rearmado de la banda, la salida de la electrónica cuando se va Francisco Nasser, el salir de eso que ya está armado y aventurarte en algo nuevo duró un año y medio. En ese proceso conocí a mi novia...

180: Se fueron rápido a vivir juntos...

FL: Si, si. Hace dos años y pico que estamos juntos, fue algo que salió muy natural. Realmente fue muy lindo para mí, mucho de esos años de 2012 a 2014, están en el disco.

180: Lo definís como un disco alegre.

FL: Lo veo como un disco alegre, fue muy catártico hacerlo y me genera mucha tranquilidad. Es el disco que más me gusta de los que hemos hecho.

180: A mí me parece que es muy redondo, muy rotundo. Un grupo de canciones muy bien armado.

FL: Tiene eso, dejamos muy poca cosa afuera. Dos o tres canciones no pasaron el filtro que era muy sencillo: llevar la canción a la sala y si no le encontrábamos la vuelta en el primer toque, la dejábamos. Solo con una la peleamos un poco: Paraguay.

La idea era hacer algo contundente, no irnos por las ramas. Es un disco sólido, el que quería hacer. Creo que la banda también se siente reflejada. A pesar de ser el disco más personal, también es de la banda.

180: ¿Cómo te definís? ¿Músico, autor de canciones...?

FL: Yo me considero un melodista. Mi proceso de acercamiento a la música es cantar. Primero canto algo, si esa melodía me gusta... Por ejemplo ayer venía caminando de un asado con unos amigos, estaba lloviendo, y me puse a cantar algo. Si esa melodía sobrevive a la memoria sin hacer mucho esfuerzo, si me acuerdo al otro día, ahí me siento con la guitarra y empiezo a buscarle una armonía, dónde estaba el tono de lo que yo estaba cantando, y genero como un marco. De ahí voy desarrollando, por ejemplo, la estrofa, una melodía para el estribillo, sin letra, busco los acordes que acompañen eso. Voy a la sala y empezamos a tocar eso, sin letra, yo canto sanata.

Así se arma toda la canción y después cuando hay que grabarla voy y busco una letra que funcione con esa melodía. De repente el porqué surgió esa melodía, soy muy de cantar cuando pasan cosas, me sale algo que tiene que ver con lo que pasó, con lo que me acordé...

No soy un cantautor que tiene un tema, por ejemplo los desaparecidos, y empieza a desarrollarlo. Yo canto y después suceden las canciones en ese proceso. Funciona así.

Como instrumentista, soy cantante. Toco la guitarra como para acompañarme. Yo arranco con una melodía y eso es lo que me va a guiar hasta el final.

180: Todo empieza en la voz.

FL: Sí, en definitiva es eso. Por ejemplo, Hombre bomba, que es una canción de Aurora, surge porque me encontré en la calle con alguien que me pareció que estaba muy triste. Lo encontré muy desmejorado, muy mal. Seguí caminando, me fui a mi casa y empecé a cantar algo. Me di cuenta que esa melodía tenía que ver con ese encuentro. La canté durante muchas cuadras y cuando llegué a casa grabé algo. El productor me mandó una base, me di cuenta que estaba en armonía con la melodía, tiré la grabación, cambié un poco de tono y se hizo la canción. Cuando tuve que escribir la letra, volví a que había surgido del encuentro con una persona que estaba complicada y busqué un tema y apareció el de un suicida. Ahí salió la historia del hombre bomba.

Siempre es de conexiones muy extrañas como van surgiendo las canciones.

180: Hace unos días entrevisté a Larbanois, Carrero y Pepe Guerra por el show que van a hacer con canciones “históricas”. Son clásicos de Ruben Lena, Los Olimareños, etc., canciones que todos sabemos. ¿Cómo se renueva ese repertorio de la música popular uruguaya? Son ustedes los que tienen ese trabajo, ¿no?

FL: Yo creo que hay un nuevo repertorio. Es muy difícil darse cuenta en el momento, te vas a dar cuenta 10 años después. Si mirás ahora tenés la generación del 2000 que es No te va gustar, La Vela, La Trampa, Buenos Muchachos... ya hay ahí otros compilados de rock nacional que van a ser los nuevos clásicos. Me parece que se renueva. Si lo comparás con lo de Ruben Lena, ellos hablaban del campo, ahora son bandas urbanas que hablan del Uruguay pero visto desde la ciudad, desde Montevideo.

180: ¿Pensás en llevar tu música al exterior?

FL: He tenido posibilidades de salir, tocamos en Argentina, en Porto Alegre que es un lugar raro. Se editó Aurora y Fan de Faith No More fue un tema que funcionó muy bien, se escuchó mucho en la radio pero no hay un disco que la tenga. Entonces ahora estamos negociando editar Mini glorias con Fan de Faith No More como bonus.

Este disco puede ser tocado afuera porque es el menos uruguayo de los que he hecho y tiene más posibilidades de ser escuchado. A su vez ya tenemos en otros discos toda esa cosa folclórica desarrollada. Tenemos un repertorio que nos permite ir afuera, tener esa cosa roquera y el costado uruguayo. Estamos esperando que se mueva el disco para ver qué pasa afuera. Es una expectativa que tenemos.

180: ¿Funciona el tema del disco todavía, eso de poner una canción como bonus, etc?

FL: Lo que he visto es que en Brasil funciona, se venden discos. En Argentina funciona. En Europa ya no, vas a España y ya no corre. Igual, estamos en ese momento en el que están todas esas plataformas nuevas, sale algo nuevo que parece ser la gloria y lo que nos va a salvar. Con Spotify ya pasaron los años suficientes como para tener una trayectoria y ver que capaz no está tan bueno. Es muy bueno para la gente porque puede escuchar música de todo el mundo fácilmente pero para el músico a nivel económico no es bueno. Las bandas grandes se están retirando.

La música, el disco, está pasando por un momento de reevaluación, de ser más democrática, que todo el mundo tenga acceso. Pero a su vez se ha transformado en un servicio, perdió un poco la magia. Antes me parece que para llegar a ser un artista, tenías que tener algo que pesara con lo que la gente se identificara. Ahora hay mucha data.

Es un momento medio extraño. Hay un pico de producción de vinilo. El otro día leí que hay una sola fábrica de cassettes en Estados Unidos, ellos le compraron las máquinas el resto, se aguantaron 15 años no sé cómo, y ahora están en el pico histórico de producción. Comparado con el mp3 el cassette le da mil vueltas y las bandas grandes están haciendo ediciones especiales en cassette. Yo empecé a encontrar “huevitos” con cassette, USB, entrada para iPhone... están integrando las tecnologías viejas con las nuevas. Es un momento medio caótico.

180: Para el artista es muy desafiante ver dónde se coloca. Y el show en vivo ha funcionado como un refugio.

FL: Exacto, me parece vital. Es donde la gente va, se encuentra con una persona y es lo mejor de todo.

180: Quizás para los músicos sea el único aspecto positivo de este proceso en el que dejaron de vender discos y la música pasó a ser un “servicio”, como decís vos. El show solo lo puede hacer el artista.

FL: Se revalorizó el vivo. Y también yo ahora quiero tocar mejor. Quiero tocar en vivo y está bueno que cuando la gente vaya diga “¡cómo tocan estos tipos!” Le das más valor a ese show. La gente le está exigiendo al músico que sea mejor, ya sabe que cualquiera puede grabar, que puede sonar como si cantara. Entonces está bueno porque hace que uno crezca como músico, como instrumentista.

180: Ese es el nexo que veía entre este proceso general, digamos, y lo que a vos te pasó con eso de que dejaste las máquinas...

FL: Quizás fue eso, como que empecé a ver que la tecnología en vez de jugar a favor, estaba jugando en contra. Es muy fácil hacer música sintetizada pero es mucho más difícil todo lo otro. Es como comprarte una mesa con un carpintero o una mesa de origen chino. La otra te va a durar más y es más linda. Con la segunda si no tenés madera y estás haciendo un asado, la vas a quemar sin que te importe. A la otra no. Es como que hay un amor puesto que es el que está pesando en la balanza.

 

Socio presenta Mini glorias

Teatro El Galpón

Entradas de 460 a 630 pesos

Viernes 16 de octubre, 21 horas.