Diego Muñoz

El monstruo que creamos

El partido contra Chile se jugará bajo un clima hostil al que contribuyó de manera invalorable el periodismo uruguayo.

Actualizado: 16 de noviembre de 2015 —  Por: Diego Muñoz

Este martes, cuando la selección uruguaya y la chilena salgan a la cancha, el Estadio va a estar como pocas veces. Tal vez lució así en algún partido ante Argentina o una de las tantas veces que la Celeste jugó el repechaje para el Mundial, pero no más.

Hace 16 días que se agotaron las entradas, un hecho inusual para un partido de cuarta fecha de la Eliminatoria. La única explicación es el espíritu de revancha que el público uruguayo tiene hacia la selección chilena luego de lo sucedido en la Copa América.

La tensión es indisimulable. “Yo compré Colombes porque está cerca del banco chileno y tengo cerca a Jara para insultarlo como corresponde”, me cuenta un hincha. Si bien es apenas una opinión, miles van a concurrir movilizados por ese sentimiento, exacerbado al máximo desde los medios.

"Provocación, complicidad y vergüenza", "Nos metieron el dedo y la mano", "A Suárez por morder lo ejecutaron. ¿Que le pasará a este?", “Un partido marcado por las provocaciones", “Jara provocó a Cavani que terminó expulsado; no fue la primera vez, pues ya se lo hizo a Suárez en 2013", "Uruguay fue despojado, para ser más directos, robado por el brasileño Ricci. El árbitro llevó de la mano a Chile a las semifinales. Vergonzoso", fueron algunas de las cosas que se escribieron en aquel momento.

Fue escaso el análisis del partido. Más allá de alguna equivocación de Ricci, el 24 de junio Chile le ganó bien a Uruguay. Jugó mejor, tuvo la pelota, fue el protagonista y cerca del final encontró un gol que hizo justicia.

Prendió en la gente una sensación de despojo que no fue tal y peor aún, se generó un clima anti Chile inusual, que llevó a considerar a los chilenos como clásico cuando nunca lo fue ni lo será.

Y ahora, en la previa del partido por Eliminatorias, hubo más. Tenfield creó el hashtag #yo15yvos y armó un video con los cuatro goles de Luis Suárez a Chile en la Eliminatoria pasada. Una idea barriobajera, peligrosa, desafiante de la misma empresa que hace avisos en contra de la violencia en el fútbol. “Los celestes evalúan no saludar a Jara. Ni un dedo”, escribió en la tapa del domingo el suplemento Ovación de El País. La foto era, obviamente, Cavani y Jara en el partido de la Copa América. La información fue desmentida por Diego Godín. "No se habló nada de eso, toda esa información es falsa. No me gusta hablar de revancha. No es un partido decisivo ni una final, es importante para nosotros para nuestros objetivos. Nada más", dijo el capitán uruguayo.

"Está todo bien, no hay ningún problema, siempre lo he dicho. Son cosas del fútbol. A veces pasan cosas que uno no quiere, pero ya está. Uno trata de aprender y sacar algo positivo de lo negativo", dijo Cavani. 

Ni las reflexivas declaraciones de jugadores y técnico ni el sensato pedido de la Asociación a través de sus redes, para que el público vaya a ver el partido con “pasión y respeto”, lograron evitar el caldo de cultivo.

Ningún jugador uruguayo saldrá a la cancha con el recuerdo de lo que pasó aquella noche en Santiago. Es un plantel demasiado inteligente como para dejarse llevar por ánimos revanchistas. Para ganarle a Chile, Uruguay deberá tener tensión competitiva, jugar con la concentración que lo hizo ante Colombia. Discutir la posesión del balón con los chilenos es innecesario. La clave para Uruguay será la intensidad y la puntería, nunca el patoterismo o la violencia.

Con la hostilidad a flor de piel, con el ánimo enardecido, el público irá a la cancha. No es improbable pensar que silben el himno chileno o que alguno se desquicie en la tribuna y cometa algún exceso. Entonces volveremos a escuchar a los mismos de siempre hablar de los inadaptados, de lo mal que está la sociedad, de los hinchas que no son hinchas. Porque al periodismo siempre le resulta más fácil echar culpas ajenas que reflexionar sobre sus propias responsabilidades. 



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