“En ningún momento autoricé que pagaran a nadie para que se mantuviera callado”, dijo Temer en su primera declaración oficial tras la denuncia conocida este miércoles por la noche. El mandatario señaló que “la investigación pedida por el Suprema Corte de Justicia será donde surgirán las explicaciones”.
La máxima autoridad judicial del país norteño habilitó en la tarde de este jueves que el presidente sea investigado en la mega causa sobre la corrupción política en Brasil, denominada “Lava Jato”.
Temer contó que pidió conocer las grabaciones que lo involucran pero la Justica aún no se las ha proporcionado.
En la declaración el mandatorio dijo que su gobierno había vivido en esta semana su mejor y su peor momento. En el mejor momento citó la caída de la inflación, los primeros indicadores de un retorno al crecimiento económico del país que vive la peor recesión en su historia y el comienzo de la generación de empleo.
Esos datos, dijo, hicieron que retornara el optimismo. A su vez, las reformas que impulsa su gobierno, como la extensión de la edad de la jubilación, avanzaban en el Parlamento.
Frente a esto, estas revelaciones pueden producir una “crisis política de repercusiones inimaginables”, afirmó.
“No podemos tirar a la basura tanto trabajo”, reclamó el presidente que tiene los índices más bajos de aprobación en la historia brasileña.
Respecto a la denuncia dijo que solo oyó el relato de un empresario que tenía relación con el exdiputado Eduardo Cunha, preso en el marco de la causa de Lava Jato, y “ayudaba” a su familia.
“Solo tuve conocimiento, no lo pedí”, dijo el presidente. “No temo ninguna delación porque nada tengo que esconder”, dijo Temer antes de enfatizar que no va a renunciar.
El mandatario pidió rapidez en la investigación y que sea “plena”. “Sé lo que hice y la corrección de mis actos”, afirmó. “Mi único compromiso es con Brasil”, concluyó.
La declarión de Temer se dio en el marco de fuertes rumores de que presentaría renuncia. Sin embargo, afirmó que continuará en su cargo.
