La decisión de suspender el financiamiento de la reforma del Hospital de Clínicas a través del mecanismo de Participación Público Privada fue tomada por unanimidad en el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República.
Uno de los problemas detectados en el estudio de Pre-Factibilidad fue la falta de garantías, ya que los plazos de financiación involucrados excedían ampliamente un período de gobierno. “La ley dice que el organismo que paga es el que pide la PPP y tener que pagar 20 millones de dólares por año, durante 15 años más, es un compromiso que la universidad no puede asumir si no hay garantías del Poder Ejecutivo de que el dinero se va a restituir”, dijo el rector de la universidad, Roberto Markarián.
El estudio de Pre-Factibilidad fue realizado por la Facultad de Ciencias Económicas y también determinó que la propuesta de PPP no representaba una ventaja económica en comparación con las vías tradicionales de financiación de obra pública.
La resolución de la universidad plantea que ahora se debe elaborar una propuesta de prioridades de inversión en planta física y equipamiento a ejecutarse en el corto plazo.
En esta Rendición de Cuentas se apoyó una reducción de un tercio del subsidio a la cerveza para destinar cuatro millones de dólares anuales al Hospital de Clínicas.
En 2016, cuando la universidad decidió iniciar el camino de la PPP, Raquel Ballesté, ahora ex directora del Clínicas, dijo que era la única alternativa que tenían.
