Carne ovina uruguaya busca conquistar a los milenials en Estados Unidos

Con el sello "never, ever" para aclarar que nunca se usaron antibióticos, hormonas ni estimulantes del crecimiento en la producción, la carne ovina uruguaya buscará diferenciarse de sus competidores en el mercado de Estados Unidos.

Actualizado: 18 de setiembre de 2017 —  Por: Redacción 180

Carne ovina uruguaya busca conquistar a los milenials en Estados Unidos

Adhoc ©Ricardo Antúnez

La autorización definitiva para la entrada de carne ovina con hueso a Estados Unidos fue festejada como la mejor noticia que se dio durante la Expo Prado que terminó el fin de semana.

Javier Otero, gerente general del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), dijo este lunes en No toquen nada que este nuevo escenario implica la posibilidad de un importante aumento en el precio al que se vende la carne ovina uruguaya.

“Las góndolas de Estados Unidos no están vacías esperando que vaya el rack uruguayo. Están abastecidas por los campeones mundiales: Australia y Nueva Zelanda. Ellos están recibiendo por esa carne que exportan 10.000 dólares la tonelada. Uruguay exporta, en promedio, a 4.000 dólares la tonelada”, explicó.

Otero señaló que una de las claves para la competencia en Estados Unidos es lograr instalar las ventajas que la carne ovina uruguaya tiene respecto a sus competidoras.

“Tenemos que demostrarles que nuestro producto es igual o mejor. ¿Por qué puede ser mejor? Porque estamos pensando con INAC en dar un sello 'never, ever'. En Estados Unidos, los milenials tienen muy en cuenta qué comen, quieren saber el origen y cómo es tratado (el producto). Por eso todo el tema del bienestar animal pero también la resistencia a los antibióticos, el uso de hormonas... Todas esas cosas que Uruguay no usa”, afirmó.

El sello “never, ever” significa que los animales “nunca jamás tuvieron hormonas ni antibióticos ni estimulantes del crecimiento. Esa sería la sellada para poder competir en esa cancha”, agregó Otero.

La autorización para el ingreso a Estados Unidos está basada en la figura del compartimento ovino de bioseguridad, una innovación uruguaya para certificar la ausencia de aftosa en los cortes ovinos con hueso.

En este momento ya hay un compartimento en funcionamiento a cargo del Secretariado Uruguayo de la Lana y otro en proyecto del Instituto de Colonización, ambos en el departamento de Florida.

Según el SUL, un posible escenario futuro es que aumente la cantidad de compartimentos y muchos productores ovinos puedan colocar sus corderos para su exportación. Además esto generaría un efecto de aumento de precios en toda la cadena.

Jorge Bonino, asesor del SUL y representante de Uruguay ante la Organización Internacional de Sanidad Animal dijo a No toquen nada que la integración público-privada fue clave para este logro.

“Esto se basa fundamentalmente en que en nuestro país hay una integración público-privada muy fuerte al menos en los temas sanitarios. Ya desde el insuceso de aftosa allá en el 2000 y algo, empezaba a limitarse toda la parte comercial y se empezó a trabajar en estas figuras del compartimento integrada la parte privada con la oficial. Después en el 2012 o 2013 se retomó con mucho calor esta acción y el SUL hizo la integración con el sector público para poder llevar adelante esta idea”, afirmó Bonino.