Cómo influyeron los Sex Pistols en el rock uruguayo, a 40 años de su disco

En octubre de 1977, el mundo conoció a Sex Pistols, una irreverente banda de punk que desafió todo lo conocido en la industria musical hasta la época. En Uruguay se los conoció unos años más tarde, y sus letras y acordes fueron fundamentales para inspirar a la generación que forjó el rock nacional post-dictadura. Gustavo Parodi, Juan Casanova y Guillermo Peluffo contaron a 180 cómo este grupo los marcó en sus carreras y en sus formas de ver la música.

Actualizado: 30 de noviembre de 2017 —  Por: Felipe Miguel

Cómo influyeron los Sex Pistols en el rock uruguayo, a 40 años de su disco

(Portada de “Never mind the bollocks”)

La púa roza el vinilo y se escuchan soldados marchando: algo se aproxima. El bombo se suma acompañando el compás. Irrumpe una guitarra con un grito corto que queda resonando, y se repite. Una serie de palazos despiertan al redoblante y otra vez la guitarra, celosa de perder el centro de la atención, toma el protagonismo y se adueña de la canción. Ha comenzado una obra eterna y sabe que hará ruido.

“Holidays in the sun” es el tema que abre “Never mind the bollocks, Here’s the Sex Pistols”, el primer y único disco de estudio de Sex Pistols, una de las bandas más importantes de la historia del punk, y de las más influyentes en el rock en general. Lanzado el 28 de octubre de 1977 en Londres, Inglaterra, el disco marcó un impacto instantáneo por la crudeza de sus temáticas, su mensaje antisistema y la calidad de su sonido en comparación con cómo sonaban el resto de las bandas punk de la época.

En Uruguay, la influencia de Sex Pistols se empezó a notar a partir de principios de los 80. La dictadura militar no prohibió la difusión de la obra y algunos jóvenes consiguieron el disco por medio de quienes viajaban a Europa.

Primera vez que los escucharon

Gustavo Parodi, guitarrista de Los Estómagos y actualmente en Buitres y Niñera Nueva Ola

Parodi contó a 180 que revistas españolas de variedades como “Buen Hogar” o “Diez minutos” empezaron a hacerse eco de lo que estaba pasando con la movida punk en Europa.

“Ponían fotos de tipos con los pelos parados, camisetas rotas, y no tenías manera de acceder a eso, entonces recortabas esa revista y mirabas la foto una y otra vez. Venían con comentarios que decían que eso era ‘lo último’ en el Reino Unido, que era espantoso, que decían malas palabras y era un atentado a la música”, recordó Parodi, que tenía unos 15 o 16 años por entonces.

El guitarrista contó que la primera vez que escuchó a Sex Pistols fue en el programa “Ritmo: el ritmo del pop británico”, conducido por el peruano Juan Peirano en el servicio latinoamericano de radio de la BBC. “Un día, el tipo dijo que había una movida que era espantosa, antimusical, que no entendía cómo la gente podía llegar a eso, y pasó ‘God save the Queen’. Me acuerdo de haber escuchado 15 segundos y que me explotara la cabeza. Era mucho más revulsivo que Deep Purple o Black Sabbath, era muy loco, tenía mucha guitarra y del vocalista te dabas cuenta que no estaba cantando sino escupiendo cosas”, explicó. 

Guillermo Peluffo, vocalista de Trotsky Vengarán

A través de Parodi también los conoció Guillermo Peluffo -hermano de Gabriel, quien comparte escenarios con Parodi desde Los Estómagos-. “Fue en el verano de 1983, me acuerdo perfecto porque el disco deja una sensación duradera. Era muy original, distinto y avasallante con respecto a cualquier cosa que hubiese escuchado antes”, contó Peluffo a 180.

Juan Casanova, cantante de Traidores

Junto a su primo, Víctor Nattero, guitarrista de Traidores, conocieron este género por el libro “Punk, la muerte joven” (1978) del argentino Juan Carlos Kreimer. Su primer contacto con esta música fue por un exiliado regresado al país.

“Víctor y yo vivíamos en el mismo edificio. Llegaron vecinos que volvían tras el exilio, y conocimos a un pibe que había nacido en Australia. Él fue el primero que nos mostró un casete que tenía a los Pistols. Cuando nos enteramos de la música punk nos sentimos identificados, rescatamos el ‘hacelo vos mismo’, no tenías que ser un músico ‘de escuela’ para poder tocar y transmitir tus sentimientos. Cuando éramos niños escuchábamos bandas como Queen, Led Zeppelin y todo ese pomposo rock sinfónico. Nuestra reacción a los Pistols fue como la de los adolescentes de Gran Bretaña: a tomar por culo con todos estos pretenciosos, vamos a transmitir lo que nosotros queremos”, dijo a 180.

 

Impacto e influencia

Guillermo Peluffo

“Son una enciclopedia abierta de lo que es una banda de rock and roll. ‘Never mind the bollocks’ es una grabación gloriosa, blindada contra el tiempo. Son músicos con mucho más swing y sensibilidad que las que ellos mismos se atribuyen. Se requiere una sensibilidad especial para ejecutar esa obra, que es sorprendente”.

Peluffo contó que al cantar solía recurrir a un tono similar al de Johnny Rotten, vocalista de Sex Pistols, y que el estilo de guitarra de Steve Jones “es muy similar al de Hugo Díaz”, encargado de ese instrumento en Trotsky Vengarán.

“Pasan los años y es un disco que sigue teniendo una vigencia total, y te das cuenta que es mentira que eran unos improvisados. Esas frases funcionan bien para elaborar el discurso de qué es el punk rock, pero en realidad es una banda súper aceitada, tocaban realmente muy bien. Rotten tenía una voz de no cantante que te inspira porque decís: si este tipo puede cantar con esa voz, yo también puedo. Ese es el efecto que provoca el punk rock en muchos artistas, como me pasó a mí. Me parece que es un disco clásico entre los clásicos”.

Juan Casanova

“El mensaje de los Pistols se entiende muy rápidamente, no tenés que pensarlo mucho, es como una patada en los huevos: es canalizar toda la furia que te da vivir esclavo de un sistema político y financiero. Los escuchamos en dictadura y ese es uno de los factores para que hayan sido una influencia. Es una música para rabiar y decir lo que pensás de una manera muy simple y directa”.

“De repente, si no hubiera sido por los Sex Pistols y The Clash no hubiéramos hecho una banda porque yo no soy un cantante de escuela, mi vocación no era cantar, lo hice influido por esta gente. Esas bandas tenían un mensaje político de ‘poderosos de turno, dejen de rompernos las pelotas, dejen vivir”.

Gustavo Parodi

“Marca un antes y un después. Es un disco perfecto en cuanto a música y letras. Aquello de que los Pistols no sabían tocar era mentira, Steve Jones era un gran guitarrista, Paul Cook era un excelente batero de hard rock, y el tipo que te cantaba las canciones te las escupía, te estaba dando todo un estamento de cómo eran las cosas”.

“Me volaron la cabeza. Había gente que decía ‘no, que los Ramones tal cosa…’. Está todo bien con los Ramones, son la banda de rock primitivo por excelencia, cualquiera puede tocar sus canciones. Pero los Pistols marcan algo. Recomiendo que se bajen las letras de Rotten y las lean, son excelentes. Puede haber 50 discos importantísimos dentro de la historia del punk pero ese es el uno, logra un sonido clásico. Es muy difícil de igualar, sobre todo, lo que escribía Rotten en el tiempo que lo hacía, a los 20 o 21 años”.

Hoy en día es muy difícil encontrar una edición original de época del vinilo de “Never Mind the Bollocks” en Uruguay. En El Astro de los Discos dijeron a 180 que cuando les llega un ejemplar se vende muy rápido porque es un clásico codiciado por los coleccionistas y melómanos. La huella de Sex Pistols vive hasta la actualidad en el país, una tierra en la que nunca tocaron, en la que su disco era rechazado por los conductores radiales de la época y donde dicho título no se vendió hasta casi una década después de su publicación.