Ley de riego y “la clave de la sustentabilidad”

El vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Álvaro Roel, dijo este martes en No toquen nada que la ley de riego busca el camino de la sustentabilidad para aumentar la productividad sin dañar el medioambiente.

Actualizado: 12 de diciembre de 2017 —  Por: Redacción 180

Ley de riego y “la clave de la sustentabilidad”

Adhoc ©Javier Calvelo

“La clave está en ir por el concepto de sustentabilidad. El fino equilibrio, que además no es estanco, entre los aspectos productivos y económicos, sociales, y los aspectos ambientales”, afirmó Roel respecto a la ley recientemente aprobada en el Parlamento a iniciativa del Poder Ejecutivo. “Creo que en ese eje es que tenemos que discutir la modificación de la ley. Imagínense lo que es la suerte de estar en un país donde el 40% del agua que recibimos fluye a través de los sistemas hidrológicos a nivel nacional. Promover la captura de una parte minoritaria de eso, creo que tiene que ver con el concepto de sustentabilidad”, agregó.

Roel es integrante del Directorio de INIA designado por el Ministerio de Ganadería, es doctor en ecología y su trabajo está históricamente vinculado al arroz, la producción nacional que concentra el 90% de las hectáreas que actualmente están bajo riego.

El científico contestó algunas de las críticas que desde la academia se le han hecho a la modificación a la ley de riego por su falta de previsión respecto a problemas ambientales y ecológicos en los cursos de agua.

Según Roel, la ley no busca aumentar el área de la agricultura en el país y requiere del aporte de los científicos para buscar soluciones a los problemas.

También tiene externalidades positivas como la posibilidad de que los cultivos de verano utilicen de forma más eficiente sus fertilizantes. Según el vicepresidente del INIA, esto puede disminuir la llegada de nutrientes a ríos, arroyos y cañadas, y de esa forma aportar a la mejora de la calidad del agua.

“Es muy distinto si voy a usar un paquete de manejo teniendo la incertidumbre sobre si la productividad en el caso de la soja va a ser 2.000 o 4.000, o en el maíz 5.000 u 11.000 (toneladas por hectárea), que utilizar un paquete donde tengo mucha más seguridad de la productividad. No es lo mismo utilizar fósforo, nitrógeno, sabiendo que voy a tener una productividad final y que eso va a estar absorbido por el cultivo. Hay una posibilidad de maximizar la eficiencia. Esto no se trata de un modelo, muchas veces criticado, de expansión de la agricultura. Se trata de regar en áreas donde hoy ya hay agricultura y por lo tanto tener mayor productividad por metro cuadrado”, afirmó.

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