En un informe publicado este jueves, Médicos Sin Fronteras denuncia que las políticas de acogida para estas personas son inadecuadas y explica que hoy viven atrapadas en las fronteras, en edificios ocupados en las ciudades o en guetos en zonas rurales.
Los datos del informe fueron recabados durante 2016 y 2017 en casi 50 asentamientos informales en diversas regiones de Italia donde no hay acceso a bienes de primera necesidad y atención médica básica.
El periodista Guillermo Abril trabajó durante más de tres años en las fronteras europeas cubriendo el drama de los refugiados y estuvo en Lampedusa, una isla del Mediterráneo a mitad de Camino entre Túnez y Sicilia, que durante mucho tiempo fue la principal ruta de entrada a la Unión Europea para los refugiados a través de Italia.
En entrevista con No Toquen Nada a propósito de su libro “La Grieta”, que Abril contó cómo es el ingreso de estas personas a Italia en el Mediterráneo, donde son detenidos por un barco de la marina. “De pronto juntan en un día a 1.200 personas y los llevan a una nave nodriza que recuerda a esas embarcaciones de la Segunda Guerra Mundial, ingresan por una puerta de submarino y allí van desembarcando sirios, eritreos, pakistaníes alucinando. Les pasan detector de metales, les sacan una foto y de allí los conducen a Sicilia. Y uno se pregunta qué es esto. Bueno, esto es una frontera de la Unión Europea”, relató.
