La mortalidad infantil 2017 en 2017 fue de 6,6 por 1000. El año pasado había sido de 7,9 por 1000. "Es una disiminución muy pero muy importante" y "es el indicador más bajo de la historia del país", destacó Basso.
"En términos absolutos son prácticamente 100 niños menos que fallecieron", señaló el ministro.
"Como país venimos desde hace ya mucho tiempo en una tendencia francamente decreciente con breves oscilaciones en el alta y en la baja", dijo Basso.
La mortalidad infantil se divide en dos condiciones: la que se produce en los primeros 28 días, que es la "mortalidad neonatal y está fuertemente vinculada a la planificación, control y seguimiento del embarazo, al diagnóstico precoz de algunos patologías, a los problemas congénitos, a los problemas vinculados a la prematurez"; y la mortalidad post neonatal "que se produce entre los 28 días y el año, y esa está fuertemente vinculada por un conjunto de políticas socioeconómicas", explicó el jerarca.
"En esa tendencia descendiente que venimos desde hace ya varias décadas, la que ha disminuido más rápidamente es la que está vinculada al impacto de las políticas sociales", destacó.
"En esta oprotunidad logramos no solamente que siguiera bajando post neonatal sino que pudimos trabajar y disminuir significativamente la neonatal y la neonatal precoz", señaló.
