Al PSG se le fue la última oportunidad

Eliminar al Real Madrid de la Champions y clasificar a cuartos era una necesidad económica para el PSG. Y, tal vez, la última gran chance de disputar en superioridad de condiciones el torneo.

Actualizado: 08 de marzo de 2018 —  Por: Redacción 180

Al PSG se le fue la última oportunidad

PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP

El PSG gastó 420 millones de euros esta temporada para reforzar el equipo. Y ni así. El diario L’Equipe tituló “Todo esto para esto” y fue un buen resumen de un nuevo fracaso.

Juntó grandes jugadores y los dejó en manos de Emery, un técnico que dio muestras una vez más de que no está a la altura. En la ida se equivocó con la alineación titular e hizo los cambios peor aún y en la vuelta no logró que el equipo transmitiera nunca la sensación de que podía revertir la serie. Tampoco, es verdad, lo ayudaron los jugadores.  

El PSG no reparó en gastos a comienzo de temporada. Cuando parecía que los 222 millones de euros por Neymar era el tope, también se llevó a M’bappé. Con el francés el acuerdo fue inaudito. Para sortear la norma de la FIFA sobre el Fair Play financiero el PSG recibió al futbolista en calidad de cedido. A cambio, quedó obligado a pagarle al Mónaco 180 millones de euros el 1 de julio de 2018, cuando se formalizará el traspaso.

 Con esta estrategia jurídica evitó que, tras el fichaje de Neymar, los gastos superen a los ingresos por encima del límite permitido por la FIFA.

A cambio solo traspasó a Lucas Moura al Tottenham por una cifra cercana a los 28 millones.

Hizo todo con el único objetivo de ganar la Champions. Y las cuentas se fueron al diablo. El PSG tiene un balance negativo de 80 millones desde que a mediados de 2017 hizo las dos operaciones más millonarias de la historia del deporte.

Pero el 1 de julio, el mismo día que debe pagar lo de M’bappé empieza el nuevo Fair Play financiero de la UEFA y por tanto necesita con urgencia equilibrar su caja con dinero que venga del fútbol y no de la chequera del jeque. Si no lo hace corre riesgo de ser suspendido para participar en competiciones europeas.

 La importancia de definir la Champions

Cuanto más lejos llegara en Champions mayor iba a ser el premio económico que percibiría de parte de la UEFA por cada ronda superada, y sobre todo de los ingresos adicionales provenientes de los derechos de televisión previstos para cada mercado nacional.

Al ser el único club francés en la competición, el PSG recibía toda la torta televisiva correspondiente a Francia desde los octavos de final. Si jugaba la final y la ganaba, le correspondían 50 millones de euros que se sumarían a 30 millones más de premios deportivos y que equilibrarían ese desfasaje al cierre de la temporada.

El Fair Play financiero

La opción de compra obligatoria por Mbappé genera un desembolso de 180 millones de una sola vez y coincidirá con la anunciada entrada en vigor de lo que la UEFA ha llamado ‘Fair-Play financiero 2.0’.

Este nuevo escenario tendrá como objetivo fundamental regular el mercado de transferencias en tres puntos y todos son tendientes a limitar a los jeques árabes y a los multimillonarios rusos.

A partir de la presión ejercida por los grandes del continente como Real Madrid, Bayern, Barça Manchester United y Juve, la UEFA dio una vuelta de tuerca a una normativa en materia financiera dirigida fundamentalmente a limitar las faraónicas contrataciones de PSG y Manchester City.

Esta versión del Fair Play económico contemplará tres novedades fundamentales:

La más importante consistirá en limitar el déficit del balance de traspasos de cada equipo. Es decir, que la diferencia entre las adquisiciones y las ventas de los jugadores durante una temporada quedaría fijado en -100 millones de euros. De ese modo, el PSG no podrá repetir movimientos como los del verano pasado (420 millones invertidos en compras), salvo que los equilibre vendiendo futbolistas por no menos de 320. Algo similar le sucedería al City.

El segundo punto buscará limitar el número de jugadores en nómina a 25 futbolistas profesionales. Con esta medida la UEFA pretende evitar que algunos equipos, caso del Chelsea o el propio City, cuenten con cerca de 60 futbolistas con contrato aunque luego ceda a más de la mitad de su plantel.

La tercera novedad del nuevo reglamento financiero busca limitar a un máximo del 30 por ciento de la facturación total del porcentaje que pueden aportar benefactores provenientes del mismo país que el propietario del club. Dicha regla va dirigida directamente al PSG cuyo sustento económico son cuatro socios: QTA, QNB, Ooredoo o 'beIN Sports.

Por todo esto es más que probable que el PSG haya desperdiciado la última gran chance de presentarse como candidato a ganar la Champions.