El gobierno de Estados Unidos pidió al de Uruguay que expulsara a algún diplomático de Rusia, como han hecho otros países del mundo, como represalia por el envenenamiento de un exespía ruso y su hija en Inglaterra.
“Uruguay es un país soberano y fija por sí mismo sus políticas de relacionamiento con el resto del mundo. En realidad, no fue un pedido para la expulsión de los diplomáticos sino de algún diplomático, haciendo un símil con lo que está sucediendo con algunos países de Europa, como represalia de lo sucedido con el espía ruso en Inglaterra. Pero Uruguay desechó de plano esa posibilidad”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, en declaraciones publicadas por Presidencia.
Nin Novoa agregó que fue sorpresivo, que tomó “muy mal” al que calificó como “un pedido impertinente de Estados Unidos, que no correspondía”, y que la solicitud fue verbal a través del número dos del Departamento de Estado para América Latina en el marco de una reunión bilateral.
En marzo, el exespía ruso con residencia en Inglaterra, Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron heridos de gravedad en la ciudad de Salisbury, Inglaterra con un gas nervioso de tipo militar que Occidente asegura que se fabrica en Rusia y es conocido como “novichok”.
La situación derivó en que Estados Unidos, Canadá, Australia y 14 estados de la Unión Europea expulsaron a algunos diplomáticos rusos de sus países como represalia.
El gobierno ruso, por su parte, negó tener que ver con el ataque y expulsó a diplomáticos británicos que estaban en Rusia.
