Polémica en región alemana por la instalación de crucifijos en edificios públicos

El estado regional alemán de Baviera, muy conservador, vive una gran polémica después de que su gobierno decidiera imponer instalar crucifijos en los vestíbulos de sus edificios públicos, como una forma de "reconocimiento de su identidad".

Actualizado: 26 de abril de 2018 —  Por: Redacción 180

Polémica en región alemana por la instalación de crucifijos en edificios públicos

Markus Soeder, gobernador de Bavaria, instala una cruz en la sede del gobierno regional (Peter Kneffel / dpa / AFP)

El ejecutivo regional, del CSU, tomó la decisión el martes en este estado del sur de Alemania, predominantemente católico, donde en otoño se celebrarán unas delicadas elecciones con una extrema derecha en pleno auge.

Instalar crucifijos no es promover "un signo religioso", es "reconocer una identidad" y "la expresión de una huella histórica y cultural", justificó el ministro-presidente de Baviera, Markus Söder, mientras que los crucifijos ya presiden las aulas y los tribunales bávaros. 

No obstante, sólo se verán afectados por esta decisión los edificios propiedad del estado bávaro y no los municipales, ni los que pertenezcan al Estado federal alemán. 

Muy criticado, el anuncio provocó reacciones airadas, principalmente en las redes sociales, donde algunos usuarios consideran que esto va en contra del principio de "neutralidad religiosa", algo que Söder rechazó. 

"Nosotros, los musulmanes, no tenemos ningún problema con la cruz", pero "la neutralidad del Estado debería respetarse siempre", dijo Aiman Mazyek, presidente del consejo central de musulmanes, citado por la agencia de prensa DPA. 

Mazyek advirtió contra una "doble moral" que consistiría en aceptar símbolos cristianos pero prohibiendo los judíos o musulmanes en el espacio público. 

"La nueva ley bávara [...] a partir del 1 de junio, una cruz, un diente de ajo y una cabeza reducida deben colgarse a la entrada de cada edificio público de Baviera", tuiteó el humorista Jan Böhmermann.

"Las autoridades bávaras pronto utilizarán la Constitución [alemana] como felpudo", ironizaba el diario satírico Der Postillon en su portal web. 

La CSU, que gobierna con Angela Merkel en una coalición de conservadores y socialdemócratas, es muy crítica con la canciller desde que abrió en 2015 las puertas del país a más de un millón de refugiados. El partido endureció sus posiciones de cara a las elecciones del próximo otoño (boreal), en las que la formación de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD) está al acecho. 

Recientemente, el ministro del Interior alemán y líder del CSU, Horst Seehofer, causó un gran revuelo al declarar que "el islam no forma parte de Alemania". 

 

AFP