Rinesi detalló que una economía rica es potencialmente más rica para todos. El problema es que a corto plazo las máquinas sacan empleos, pero a mediano plazo van a ser más prósperas y pagar mejores sueldos.
En cuanto a la postura de trabajadores y empresarios sobre el tema, el especialista en Big Data sostuvo que los sindicatos dicen “yo no primero” y los empresarios dicen “yo quiero una economía moderna pero piden para cerrar las importaciones de algunos productos. Todos quieren cambiar pero nadie quiere ser el primero. Entonces, todos quedamos parados”.
“Ambos pueden tener razón, pensando a corto plazo. El problema es que así estamos hace 50 años, en un equilibrio subóptimo que nos deja en una economía de 1950”, aclaró.
Sobre el futuro del trabajo, explicó que las máquinas no tienen poder político, los cambios no tienen que ver intrínsecamente con lo que podemos reemplazar, sino con lo que queremos dejar de hacer: los humanos se están especializando en ser humanos y van dejando a las máquinas el lugar de lo que ellas hacen mejor.
Rinesi advirtió que “si tu trabajo es leer, llenar y copiar formularios, hoy es obsoleto y automatizable. Si manejás un camión, lo será en cinco años. Vamos de gente que mueve papeles hacia gente que programa software que mueven papeles”.