Esto fue determinado por el Comité de Coordinación Macroeconómica (CCM), que entre los principales motivos citó que "en el panorama internacional se ha venido observando un fortalecimiento del dólar en un marco de creciente incertidumbre derivada principalmente de medidas proteccionistas de las principales economías del mundo.".
Según el CCM, esto tuvo como consecuencia "salidas de capitales de las economías emergentes con la consiguiente depreciación de las monedas locales, y aumentos diferenciales, según fundamentos, de las primas de riesgo".
La expectativa inicial para el año era de una inflación de 7,2%.
Además, a nivel regional el CCM constató que "la situación se ha vuelto más compleja" por los "desequilibrios macroeconómicos" en los vecinos Argentina y Brasil, así como la situación política en este último país. Ello incidió en las perspectivas de crecimiento regionales y por ende inciden en la economía local.
A nivel local, se consideró que "el nivel de actividad de la economía uruguaya ha continuado creciendo, aunque a un menor ritmo, lo que combinado con un gasto doméstico que vuelve a mostrar una evolución moderada, continúa reflejándose en un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos", pero también con un fortalecimiento claro del dólar.
El último informe del INE indicó que la inflación en Uruguay fue de 0,99% en junio con relación a mayo, cifra que lleva el acumulado en 12 meses a 8,11%, muy por encima del techo de la meta oficial de 7%.
