Diego Muñoz

La intervención que la AUF se merecía

“El proceso electoral para ocupar el cargo de presidente de la AUF no cumple los requisitos de transparencia que establecen los estatutos de la FIFA y de la Conmebol”. Ni una sola persona que haya estado mínimamente al tanto de las elecciones en la Asociación puede estar en desacuerdo con ese argumento que esgrimió la FIFA para llegar a la AUF.

Actualizado: 31 de agosto de 2018 —  Por: Diego Muñoz

El caos reinante fue tema en bares, oficinas, asados. El fútbol fue el hazme reír de los uruguayos gracias a lo que los propios dirigentes generaron y, lo peor de todo, siguen generando.

Para algún marciano que baje al planeta Tierra por estas horas acá van los hechos.

  • A la elección se presentaron tres candidatos. Dos días antes de la elección Wilmar Valdez decidió no presentarse a la reelección. Había estado meses en campaña y en la madrugada del 29 de julio una revelación le hizo darse cuenta que era mejor tomar mate con su padre en Tala. Entonces se levantó el domingo, fue al programa Punto Penal y lo anunció en TV. Los motivos familiares que alegó no se los creyó ni él. Vaya a saber qué pasó por su cabeza cuando imaginó que la gente iba a convalidar tamaña mentira. En esa entrevista, el periodista Julio Ríos, quien había recibido audios que dejaban mal parado a Valdez y se los había hecho escuchar en una reunión privada, le consultó al aire por “unos supuestos audios”. Valdez dijo que no habían incidido en su decisión. Días después en la Justicia dijo lo obvio: que fue por ellos que se bajó.
  • Arturo Del Campo era otro candidato. A él también le llegaron los audios grabados por el empresario Walter Alcantara y, tras consultar con dos abogados, fue junto a Ríos a mostrárselos a Valdez. Del Campo asegura que fue víctima de una operación y que actuó como un hombre de bien.
  • Eduardo Abulafia era el tercer candidato. Catalogado por el Banco Central como “deudor irrecuperable”, se negó al test de idoneidad exigido por Conmebol hasta que no tuvo más remedio que intentarlo consciente de que no lo conseguiría.
  • Como derivaciones del escándalo de las grabaciones hay dos causas abiertas en la Justicia, donde Alcántara, Valdez, Del Campo, Ríos y el presidente de Liverpool, José Luis Palma, debieron declarar y, quizá, tengan que volver a hacerlo.   

¿Alguien en su sano juicio cree que la elección era transparente?

Luego de que los tres quedaron fuera de carrera los clubes, desesperados, empezaron la búsqueda de candidatos como si se tratara de un alumno para la Cruz Roja. Algunos dirigentes, con Daniel Jablonka a la cabeza, pedían que renunciaran todos los neutrales para elegir autoridades provisorias mientras se buscaban nuevos presidenciables. Como las aguas no estaban muy convulsionadas, el presidente de Defensor quería agitarlas un poco más.

A eso hay que sumarle que en la AUF no hay tribunal electoral ni calendario electoral. ¿Eso no es otra irregularidad? ¿Qué más se precisaba para que la FIFA interviniera?

Los clubes se pasaron de vivos, jugaron todo lo que pudieron, se rieron de las reglas, creyeron que podían hacer lo que quisieran y cuando les explotó la bomba hicieron como que se sorprendieron.

La decisión de FIFA es ajustada a reglamento. Decidió nominar “con efecto inmediato un comité de regularización” para gestionar la actividad rutinaria de la AUF, revisar los estatutos y ajustarlos a los requisitos de FIFA y Conmebol y llevar a cabo las elecciones con el nuevo estatuto.

Varios dirigentes y todos los operadores de Tenfield pusieron el grito en el cielo. A la empresa la desquicia la intervención. Sabe que la opacidad con la que se ha manejado para construir su enorme poder queda jaqueada. Por eso mandó a su corte a decir cualquier disparate. Calificaron la decisión como un golpe de estado. Entre otros lo hizo el presidente de Racing, Raúl Rodríguez, el mismo que propuso en su momento vender el Complejo Uruguay Celeste para repartir el dinero entre los clubes.

La definición de golpe de estado no solo es una aberración frívola sino que además es insostenible. La AUF se rige por normas FIFA y por tanto, si no cumple con lo que se establece, sufre consecuencias. Un golpe al fútbol hubo en el 2014. Ese sí que fue un golpe con todas las letras para sacarse del medio a Sebastián Bauzá por desobediente. La empresa Tenfield, sus acólitos y hasta el Gobierno lo hicieron posible.

Igual que en ese momento, esta vez el Gobierno volvió a jugar para el mismo equipo. Veloz, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, salió en menos de 24 horas a decir que no iba a aceptar la injerencia. La ministra actuó con un poco menos de celeridad cuando los jugadores clamaban por todos los medios que interviniera la Mutual de Saravia y Tenfield. Tardó más de un año en hacerlo.

Un día más tarde el director de Deportes, Fernando Cáceres, cambió algo el discurso. Su propuesta fue que había que dialogar. Llama la atención la candidez de seguir creyendo, después de tantas ostentaciones en estos años, que con el diálogo se soluciona este conflicto. Según afirmó Diego Lugano en No toquen nada, la intervención de Cáceres se dio luego de que FIFA y Conmebol anunciaran que si el Gobierno no permitía la intervención, la selección y los clubes uruguayos quedaban fuera de toda competencia internacional.

El tema de fondo en este conflicto es el nuevo estatuto, que los clubes hace cinco años que patean hacia delante. No quieren que aparezcan nuevos actores que puedan influir en la toma de decisiones, pretenden seguir manejando el fútbol en las asambleas de la AUF en la que 17 votos deciden el futuro de la pasión más grande que tienen los uruguayos.

Preocuparse por la intervención ajustada a reglamento de la FIFA cuando la AUF está intervenida desde 1998 es, cuando menos, indecoroso. Hace 20 años que en todas las decisiones de la Asociación Tenfield marca la cancha. Para muestra bastan dos botones:

  • Hace dos años hubo nueve dirigentes que creyeron que era mejor recibir 750.000 dólares al año de Tenfield que aceptar una oferta de 3.500.000 dólares anuales de Nike.
  • El año pasado un grupo de dirigentes pidió al Ejecutivo una asamblea para que se extendiera el contrato con Tenfield hasta el 2032. Hoy, cuando Facebook compra a tres años la Champions League, nuestros iluminados dirigentes quieren vender el principal activo del fútbol de aquí a 14 años. El sinsentido lo frenaron los jugadores que con 700 firmas en dos días aseguraron que accionarían contra la AUF por sus derechos de imagen si la propuesta se aprobaba.

Nada se puede esperar de los dirigentes, atados de pies y manos por la empresa más poderosa e influyente que ha tenido el fútbol uruguayo en las últimas décadas.

Las cosas cambiarán si en la toma de decisiones tienen voz y voto los jugadores, el fútbol del interior, los árbitros, si los contratos se hacen basados en normas de transparencia y con seriedad.

La comisión que preside Pedro Bordaberry recién empezó a trabajar. El senador llegó a la AUF de manera sorprendente a cumplir con los objetivos que le marca FIFA. Lo contactaron de Conmebol y le ofrecieron el cargo. Aceptó un reto desafiante que lo pone en el centro de la escena. Sería bueno que se lo juzgue por su trabajo, no por su apellido.

Los 10 clubes que no aceptan la intervención decidieron reclamar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Lo hicieron en una asamblea convocada con carácter informativo en la que tomaron tamaña determinación.

En este tema ha desconcertado la actitud combativa del presidente de Danubio, Leonardo Goicoechea, que llamó “buchones” a quienes informaron las desprolijidades en la AUF. Además, Palma ha dado otra muestra de dónde está parado hace tiempo y Jablonka ha hecho el papel más triste de todos, volviendo irreconocible un club como Defensor.

Para preparar la defensa, los dirigentes se reunieron el jueves en el piso 40 del World Trade Center con el abogado especialista Eduardo Calezzo. Raro que dirigentes que no pueden pagarle a sus futbolistas, que tienen sus instalaciones en ruinas, que se quejan de que es insostenible el fútbol, tengan dinero para pagar los servicios de un profesional de esas características, que fue contratado por Boca y la selección chilena tiempo atrás. Carlezzo aparece este viernes en la nota central de la portada de la web de Tenfield anunciando: “Vamos a demostrar ante el TAS que los fundamentos que estableció la FIFA para la intervención son ilegales”.

Más allá del fallo del TAS los cambios en la AUF llegarán y las relaciones de poder en el fútbol cambiarán. Por mucho que le moleste a algunos.



Las opiniones vertidas en las columnas son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente posiciones del Portal 180.