La falta de puntería frente al arco rival y la actuación de Nicola Pérez son los motivos para explicar el empate entre Nacional y River. Los de Medina hicieron méritos suficientes para ganar el partido, generaron 10 situaciones de gol y pegaron cuatro pelotas en los palos. Pero apenas se llevaron un 0 a 0 que los deja tres puntos abajo de Peñarol en el Clausura.
La presión ejercida por Nacional fue la clave para que el primer tiempo fuera un monólogo visitante. La supremacía la ejerció a partir de la recuperación en campo adversario, que dejaba a River mal parado atrás. Eso hizo que el equipo tuviera varias oportunidades para abrir el marcador. Por los extremos o por el medio, por bajo o por alto, Nacional hizo todo salvo vulnerar a Pérez.
Con Oliva y Romero en el medio, Viudez volcado por un costado, Seba Fernández por el medio y Castro abierto por izquierda, Nacional intentó sin pausa ni puntería.
River estuvo contenido, jamás pudo correr la cancha ni pasar con criterio hacia el ataque.
La segunda parte se equilibró un poco más. Los de Giordano estuvieron mejor dispuestos en defensa por lo que a Nacional le costó más llegar. Pero a pesar de eso la visita fue protagonista y jamás se resignó en la búsqueda del gol.
El ingreso de Aguiar le dio más claridad en la elaboración a Nacional, que se había entreverado en el mediocampo. Pero el arco siguió cerrado.
