La ley 19.092 regula la adopción de los recién nacidos cuya familia de origen no puede criarlo y su destino se define en un juicio.
“La ley privilegia a texto expreso el bienestar del recién nacido y sus vínculos afectivos significativos previos. Corresponde reconocer que en el momento de nacer ese recién nacido no ha desarrollado aún ningún vínculo afectivo significativo y urge que los desarrolle con quienes lo críen (…) Como especialistas en pediatría, hemos contribuido a reducir la mortalidad neonatal, pero en los servicios de atención a recién nacidos la mortalidad civil y el ultraje a sus derechos se mantiene invisible en espera de resolución judicial. La solución es tan simple como otorgarles una familia que los críe inmediatamente después de nacer”, plantearon algunos especialistas en un artículo publicado en la revista de la Sociedad de Pediatría.
Eduardo Cavalli, ministro del Tribunal de Apelaciones de Familia, dijo en entrevista con No Toquen Nada que esos niños necesitan una defensa “muy, pero muy especial”.
"Un tribunal, no se asegura la asistencia de los derechos o la vigencia de nada. Yo siempre digo que hay que ir a pelear por los derechos a los tribunales". —Eduardo Cavalli.
“Nosotros como adultos, en caso que no estemos conformes con un abogado que nos está defendiendo en un juicio, lo podemos reemplazar. El recién nacido no tiene chance ni posibilidad. Por lo tanto, hay que tomar medidas especiales en cuanto a la defensa de ese niño en el proceso. Para mí es fundamental asumir que los tribunales, si bien tienen una serie de pautas en lo que debe ser su accionar, de por sí, por la asistencia de un tribunal, no se asegura la asistencia de los derechos o la vigencia de nada. Yo siempre digo que hay que ir a pelear por los derechos a los tribunales. Y acá pienso que es un espacio que tenemos chances de mejorar. El Uruguay sigue manteniendo procesos inquisitivos, que vinieron desde el medioevo a la corona española, en la época del nacimiento de nuestra vida independiente. En la justicia civil se mantiene la imagen del juez buen padre de familia, que resuelve todo y esa es una concepción que debemos considerar superada. Las mejores garantías están en un sistema que funcione con un abogado que vaya a pelear por ese niño a los tribunales”, expresó.
En el artículo publicado en la revista de Pediatría, los profesionales médicos sostuvieron que “durante el prolongado proceso judicial en espera una familia que lo crie, el recién nacido es el lado débil de esa asimetría”. “Del otro lado están las instituciones responsables por días, semanas o meses en decidir. En esta situación el recién nacido está expuesto al altísimo riesgo de deterioro irreversible de su potencialidad de desarrollo y su salud mental como niño y adulto. Es una forma de maltrato infantil cotidiano en las salas de neonatología, que no figura en los textos, ni se plantea en los algoritmos clínicos de diagnóstico, ni es motivo de solicitud de peritaje forense. Se ignora”, afirman.
La competencia de resolver en esta materia es de los juzgados de Familia Especializados, con un juez que tiene 1.500 asuntos al mismo tiempo para resolver y quizás uno solo de estos asuntos le puede llevar varios días, explicó Cavalli.
“Todo está centralizado en un juicio, que tiene sus propias reglas, con determinados pasos que hay que dar. Tal como está diseñada la ingeniería de protección, quizás un juicio no sea lo mejor. Quizás sea hora de pensar en una muy fuerte defensoría pública porque estos niños tienen que acceder a ella o a una tercerizada en estudios de abogados que puedan defender los intereses de esos niños y que el juez resuelva”, sostuvo.