“Siempre digo que después que sale el disco y durante varios conciertos en vivo es cuando realmente te das cuenta de las cosas. Te das cuenta de la personalidad de las canciones que hiciste, de cómo fue que entraron a la casa de la gente, qué fue lo que conversaron”.
—Teysera
Según dijo “El Enano” a No toquen nada, las presentaciones en vivo terminan de cerrar el círculo. La respuesta de la gente define la suerte del repertorio de esta banda con más de 20 años de carrera. Y Destilar es en alguna medida una vuelta a aquellos orígenes.
“Esto me hace acordar más a los primeros discos como Deskarado, De bichos y flores, A contraluz... no tenían una carga conceptual importante. Más bien eran como canciones sueltas, cada una en su universo no había un hilo conductor fuerte como puede ser Piel y hueso, Érase o El Impulso”.
—Teysera.
Este disco ya los ha llevado a Buenos Aires y luego de Montevideo volverán a otras ciudades argentinas, además de realizar varios conciertos en México.
Una especie de liturgia en la que esta banda buscará “una parábola emocional”, según dijo el líder.
“Los shows de La Vela siempre han buscado una parábola emocional, es algo que lo armamos a drede. Más allá que algunas canciones tienen 15 o 16 años, tienen mucho tiempo en la calle, hay momentos donde vos ponés esas canciones según la parábola que querés armar”.
—Teysera.
Ahora la parábola se concretará en el Velódromo. En 2003, La Vela fue la primera en realizar un show de rock allí, la que dio el salto del Teatro de Verano, hasta entonces la meca del rock nacional, para realizar concierto más masivos.
Una “gran apuesta” que este 20 de octubre tendrá una nueva edición, en la que una de las bandas más populares del Río de la Plata renovará su vínculo con el público montevideano.