Nacional pierde un partido de locos

Boston River derrotó a Nacional 1 a 0 con un gol sobre la hora de Robert Ergas. El Tricolor generó más de una decena de situaciones de gol que no pudo concretar y lo pagó caro.

Actualizado: 14 de octubre de 2018 —  Por: Diego Muñoz

Nacional pierde un partido de locos

Nicolás Celaya / adhocFotos

Van 89 minutos en el Estadio Centenario. Los hinchas en la Colombes no pueden entender qué sucede. Nacional debería estar goleando y apenas empata. Se miran entre sí y se preguntan si será en esta. Viene un centro desde la derecha y Santiago Romero cabecea dentro del área chica. Una vez más Leandro Falcón se interpone entre la pelota y la red con una atajada sensacional. Del tiro de esquina posterior surge una contra que toma a Nacional mal parado. Boston River hilvana la jugada por derecha, Ergas se suelta por el medio y recibe, desde atrás Gonzalo Castro corre pero no puede detenerlo. Cuando sale a atorarlo Esteban Conde, Ergas define con un toque sutil, elegante, perfecto.

El 1 a 0 en el Centenario es de los resultados más fáciles de explicar pero más difícil de entender de los últimos tiempos. Durante 90 minutos Nacional lo mató a pelotazos a Boston River y sin embargo lo perdió en la hora porque su rival, que resistió con su arquero como estandarte, aprovechó la desesperación Tricolor por anotar.

En otro momento de la temporada el resultado no complicaría tanto. Sería un partido anormal, de los que hay tantos en el mundo. Pero es justo antes del clásico y hace que Nacional llegue a cuatro puntos de Peñarol en el Clausura y apenas uno a favor en la Anual.

Antes de la definición de Ergas, los de Medina fueron los dueños del partido. Con todos los titulares salió el Tricolor a avasallar a Boston River. Iban 20 minutos y ya había generado cinco situaciones de gol. Boston River marcaba mal en el medio y generaba inseguridades en el fondo pero tenía a Falcón en el arco. También daban una mano algunos jugadores de Nacional, Leandro Barcia fue el más evidente, empecinado en hacer un gol en vez de asistir al compañero mejor colocado. Llama la atención la mala lectura de juego que tiene varias veces el extremo Tricolor.

Las condiciones del partido se mantuvieron incambiadas en el resto del primer tiempo y en toda la segunda parte. Un equipo protagonista, que pisaba el área rival con varios jugadores y que no podía concretar en el arco rival.

Medina buscó en el banco las soluciones. Pero no las encontró. Viudez ingresó con un desdén exasperante. Si bien es un jugador con mucha capacidad alguien debería hacerle notar que cuando entra con esa displicencia, como si le diera lo mismo ganar o perder, es contraproducente para el equipo. Y contra Boston River no fue la primera vez. Es algo que se repite de manera constante y que alguien del cuerpo técnico debería hacerle notar. Distinta fue la forma de tomarse el partido de Pierre Webó, aunque tampoco pudo desnivelar.

Entonces llegó el cierre del partido. El cabezazo de Romero, la atajada de Falcón, el contragolpe de Boston River, la definición de Ergas y el 1 a 0 que le complica la vida a Nacional.