Cinco goles en siete partidos de la Ligue 1, más otro en dos duelos de Liga de Campeones: unos guarismos más que aceptables para un delantero centro. Pero Edinson Cavani suele firmar una media de un gol por partido desde que ostenta la responsabilidad del ataque del PSG, después de la marcha del sueco Zlatan Ibrahimovic en el verano boreal de 2016.
Sus registros goleadores más bajos contrastan con los de un PSG brillante que sale a 3,7 goles de media por partido. Sustituido en el minuto 40 contra el Lyon después de la expulsión de Presnel Kimpembe justo antes del parón internacional, falló un gol claro ante el Amiens el sábado, algo poco habitual en él.
Y más allá de los goles, le cuesta combinar con los otros dos astros de la MCN, Neymar y Kylian Mbappé, que ya suman los dos más goles que el charrúa: 11 tantos y 4 asistencias para el brasileño, otros 11 y tres pases decisivos para el prodigio francés.
"El problema del PSG a día de hoy, el único problema, es Cavani", estimó el domingo el campeón del mundo en 1998 Bixente Lizarazu.
El uruguayo, con contrato hasta 2020 en París, es "el máximo realizador de la historia del PSG, pero desde el inicio de la temporada se ve a la dupla Neymar-Mbappé que está consolidándose, mientras que 'Edi' "está un poco fuera de juego", añadió Lizarazu.
'Un jugador superimportante'
Preguntado el viernes sobre la posible baja forma de su delantero centro, el entrenador alemán Thomas Tuchel salió en defensa de su "goleador N.1".
"Por supuesto, Kylian y Ney jugaron bien contra el Lyon, y cuando cambiamos, tomé una decisión muy dura para Edi. Pero es un profesional top, top, top, un jugador superimportante para el PSG. Es nuestro goleador N.1 y por ello es una situación con la que no disfruta".
El 'Matador', que rompió el corazón a los aficionados del Nápoles cuando aterrizó en París en 2013 a cambio de 64 millones de euros, aún padece las secuelas de la lesión que sufrió durante el Mundial de Rusia.
Además, parece estar más aislado en el seno del vestuario parisino desde las salidas de los argentinos Javier Pastore y Giovani Lo Celso, y del español Yuri Berchiche.
¿Son esas las causas de su melancolía, que se traduce también por una actividad defensiva menos sacrificada que en las temporadas precedentes? "Él siempre está motivado, no hace falta jugar contra el Nápoles para eso", asegura a la AFP su antiguo compañero Maxwell, ahora encargado de ejercer de enlace entre la plantilla y la dirección deportiva del club.
"Tiene hambre de gol, ganas de darlo todo en el terreno de juego", prosigue el brasileño. "Para todos los jugadores supone una motivación extraordinaria enfrentarse al Nápoles en el Parque de los Príncipes, así que no hay ningún problema especial con eso".
Una gran actuación contra su antiguo equipo, al que demuestra su afecto cada vez que tiene ocasión, permitiría a Cavani relanzar su carrera en el PSG. Pero si la sequía del uruguayo se prolonga, el "único problema" podría enquistarse.
AFP
