El MSP y la SUP explicaron que la enfermedad meningocóccica solo está presente en el país en forma endémica, esto quiere decir que hay casos todos los años, pero con baja prevalencia. Según datos oficiales, es un evento infrecuente, con menos de 30 casos notificados al año, por ejemplo, en 2018 se registraron 23 (12 de ellos en menores de 5 años).
Los comunicados se emitieron luego de que el diario El País publicara una nota con el título “Pediatras piden vacunar a niños contra la meningitis B”. La nota tenía, además, la información de una vacuna contra el serotipo B que empezó a comercializarse en julio por parte de un laboratorio.
“No hay epidemia, no hay recomendación universal de vacunación a toda la población con esta vacuna, de ninguna manera. Y además es claro que si hubiese un brote epidémico, que obviamente eso nos pondría en alerta, no es dar cualquier vacuna, hay que atacar al meningococo que está circulando. Pero esa no es la situación actual y si así lo fuera es el MSP quien va a tomar la decisión de vacunar para controlar el brote epidémico, como lo hizo en el 76, en el 96 y el 2001”, dijo a 180 Alicia Fernández, presidenta de la SUP, sobre el comunicado interno que enviaron a sus asociados luego de ver la publicación.
La directora general de Salud, Raquel Rosa, expresó que la Comisión Nacional de Vacunación del MSP -un órgano técnico que analiza la incorporación de vacunas de manera universal- hoy no recomienda la vacuna porque la situación sanitaria del país no lo amerita. “Este año, al igual que el pasado, se mantiene el sistema de vigilancia en forma permanente y no se ha encontrado hasta el momento un importante cambio con respecto a los casos que se observan año a año, hay una probabilidad de uno en 100.000 casos de que ocurra en este momento caso de meningitis por meningococo”, dijo.
En Uruguay hay dos vacunas que previenen la infección por distintos serotipos. Una incluye cuatro serotipos (A, C, Y, W) y para el B no había vacuna y ahora sí hay una disponible. “Personas inmunodeprimidas, las que tienen una exposición particular al meningococo, por ejemplo, trabajadores que se vinculan al laboratorio o a la práctica clínica o otras poblaciones de riesgo, que si tienen una recomendación específica”, afirmó.
