La reglamentación establecerá la forma, el color y el diseño de las cajillas y se establece el plazo de un año para empezar a cumplir con esta obligación.
El proyecto se aprobó con el voto de 65 diputados de los 72 presentes. No lo votó el Partido Independiente, algunos de Partido Colorado y del Partido Nacional.
Como sucedió en la Cámara de Senadores muchos de los argumentos en contra del proyecto es que castiga a la industria formal, mientras que los cigarros que entran de contrabando, que tienen un consumo muy alto, no cambiarán su envoltorio. Otros de los argumentos es que atenta contra la libertad individual.
El diputado del Partido Independiente Daniel Radio dijo que era innegable la incidencia del tabaquismo en las patologías asociadas a las principales causas de muerte en Uruguay. Sin embargo advirtió que para él este proyecto atenta contra la libertad de las personas.
"Las decisiones tienen que ser libérrimas. Yo preferiría que la gente eligiera no fumar”.
—Radío.
“Cualquiera de nosotros podría analizar el contenido de colesterol de una molleja y su relación con la morbimortalidad en nuestro país, la aparición de accidentes cerebrovasculares, por ejemplo. A nadie se le ocurre advertencias sanitarias para las mollejas, ni etiquetado plano, ni carteles en las carnicerías ni las parrilladas. Lo que pasa es que tenemos que educar a la gente, nos tenemos que educar. Pero las decisiones tienen que ser libérrimas. Yo preferiría que la gente eligiera no fumar”, dijo.
Para Radio los países de la región tuvieron mejores resultados en la disminución del consumo del tabaco sin necesidad de este tipo de leyes.
“¿Por qué hay que ser zapatista en Uruguay para fumar? Hay que ponerse pasamontañas escondiendo la cuestión. Porque nos dio resultado, la política antitabaco ha sido existosa y nuestro presidente sigue siendo galardonado y se le coloca una cocarda en cuanto evento hay de la Organización Mundial de la Salud. Los datos de 2018 dicen que Uruguay tuvo una prevalencia de consumo de alrededor del 20,4% y es una tendencia a lo largo de los últimos años. ¿Pero qué pasa en la región con el consumo de tabaco? Ha disminuido de 28% en el año 2000 a 17 en 2015. ¡Opa! Y no hacen los mandados como nosotros”, afirmó.
Uno de los diputados que les respondió fue el colorado Ope Pasquet y dijo que la libertad individual no puede atentar contra el bien común.
"La política antitabaco ha sido existosa y nuestro presidente sigue siendo galardonado y se le coloca una cocarda en cuanto evento hay de la Organización Mundial de la Salud".
—Radío.
“Hay que agregar que quienes padecen estas enfermedades luego se asisten en un sistema de salud que el Estado luego se encarga de financiar. Desde ese punto de vista significan un costo muy importante para el sistema. Entonces, hay que tener cuidado porque en el ejercicio de la libertad individual después estamos recargando los costos que debe enfrentar el Estado. ¿Cuánto pagamos todos los uruguayos para atender a los que libremente deciden fumar y luego golpean la ventanilla del Estado y quieren que los atiendan?”, afirmó.
Pasquet dijo que los costos sanitarios se ven agravados por el incremento de juicios al Estado por el acceso a medicamentos de alto precio.
"¿Cuánto pagamos todos los uruguayos para atender a los que libremente deciden fumar y luego golpean la ventanilla del Estado y quieren que los atiendan?”
—Pasquet.
“Esto en el marco de un fenómeno que se ha ido desarrrollando de personas que exigen que se les atienda con determinados medicamentos y tenemos los juicios contra el Estado por esos medicamentos de alto precio. Eso es una parte del problema. La libertad está muy bien pero luego los costos los pagamos todos. Me parece que un punto adecuado de equilibrio es decir que la gente fume si quiere hacerlo, respetemos esa libertad pero la regulamos por razones de interés general”, afirmó.
Producción: José Benítez.
