La obra "consistió en dragar a una profundidad de 34 pies (10,36 metros) en los fondos blandos y a 38 pies (11,58 metros) en los duros, y el canal ya está operativo sin restricciones de tránsito", dijo a la AFP Marcelo Pazos, miembro de la delegación uruguaya en la CARP.
El dragado de la vía fluvial, fundamental para el comercio marítimo en la zona, se demoró varios años por disputas entre los dos países que comparten la administración del Rio de la Plata.
El trabajo de dragado se extendió unos 40 kilómetros, desde la desembocadura del río Uruguay hasta el canal de acceso al puerto de Buenos Aires, curso por el que transitan buques de carga variada, en su mayoría conteniendo soja y madera.
El monto del reciente dragado ascendió a 128,9 millones de dólares.
La profundidad del canal determina el tipo de barcos y el volumen de carga que puede transitar, y se convierte en una pieza clave del flujo comercial, determinando incluso la llegada de mercaderías tanto por el río de la Plata, como a través de sus afluentes.
La CARP "lleva adelante esta semana el proceso de certificación de la obra", agregó Pazos y posteriormente acordará una etapa de mantenimiento del canal por cuatro años.
