El sindicato, que lleva más de dos semanas de conflicto por el incumplimiento de un acuerdo tripartito y el envío al seguro de paro de un grupo de trabajadores, denuncia desde entonces que la planta de Megal trabaja sin las condiciones adecuadas de seguridad.
El 11 de febrero, bajo el título “Bombas a domicilio” y con la planta ocupada por el gremio, los trabajadores dijeron que la empresa sacaba garrafas sin controles de seguridad por la puerta trasera de la planta para seguir operando, a pesar de la ocupación.
Dos días después, el sindicato tuvo que terminar la ocupación por orden judicial y al hacerlo dijeron que las condiciones inseguras de la planta se mantenían y quedaba en la conciencia de cada consumidor entrar o no una bomba a su casa.
El abogado de la empresa Megal dijo en declaraciones a Canal 10 que este tipo de afirmaciones los llevaron a tomar acciones. “Este mismo argumento en diciembre, cuando Megal planteó en el Ministerio de Trabajo la necesidad de enviar el personal al seguro de paro, la organización sindical convocó a los representantes de Ursea para que dijera justamente eso y dijeron todo lo contrario. No debe haber empresa más controlada en cuanto a la situación de seguridad a raíz de todas estas afirmaciones que están haciendo”, afirmó.
