La “responsabilidad compartida” de hombres y máquinas en la búsqueda de la verdad

“Es una responsabilidad compartida. Google y Facebook saben lo que mirás y tienden a mostrarte eso. Pero si vos mirás solo un canal de noticias te exponés a un solo tipo de información y todo lo que leés confirma lo que ya pensabas”, dijo a No toquen nada el científico de datos Marcelo Rinesi.

Actualizado: 06 de marzo de 2019 —  Por: Redacción 180

La “responsabilidad compartida” de hombres y máquinas en la búsqueda de la verdad

adhoc© Santiago Mazzarovich

A su vez, el director de Tecnología del Instituto para la Ética y las Tecnologías Emergentes de Connecticut, Estados Unidos, remarcó que el sesgo de confirmación típico de la vida offline se replica cuando el usuario está en línea y es acentuado a través del filtro burbuja, un sistema programado para mostrar resultados que mantengan al usuario en la plataforma.

“Hay gente que cree que la tierra es plana y solo lee cosas que le confirman esa idea”, explicó.

“Creas lo que creas, siempre hay un nicho de webs y videos de YouTube que lo van a confirmar”— Rinesi

El analista indicó que no se trata de una cuestión de inteligencia, porque la misma persona que está acostumbrada a encontrar la verdad en las noticias deportivas, por ejemplo, quizá no lo está para otras temáticas. 

El científicos recordó que el desafío está en la capacidad individual de los ciudadanos de curar el material al que se exponen y su poder de diferenciación acerca de cuáles materiales son más confiables y creíbles que otros.

“La verdad no es el punto medio entre lo que dicen todos y no hay una solución tecnológica, depende de lo que aprendiste de chiquito y si lo seguís cultivando en la actualidad”, agregó.

Futuro incierto

Sobre el futuro, Rinesi no fue optimista:“Las opciones son usar anteojos, inventarse un doctorado y salir al aire en la televisión hablando de un tema o estudiarlo y mantenerse al día con ese tema; es más fácil convencer a YouTube que a los que saben”.

El científico recordó que las sociedades tienden a aprender a procesar esta información y puso como ejemplo la llegada de los diarios, que también tuvo efectos desestabilizadores. Sin embargo, “con el paso de las décadas espero que se vayan solucionando. El problema sigue siendo la habilidad de las personas para poder elegir mejor”.

“Por más que los buscadores ordenen los resultados, no pueden obligar al lector a creer. Entonces a la decisión tecnológica de ordenar los resultados tenés que acompañarla con una decisión humana”, concluyó.