Según informó el Ministerio del Interior, la fuga se llevó a cabo por la azotea del edificio. Morabito, junto a otros tres detenidos, escaparon por un boquete en el techo y después de salir entraron por una banderola a una casa lindera y le robaron dinero a su propietaria.
En Uruguay, Morabito fue acusado y procesado por falsificación de documentos, pero en Italia está condenado en ausencia por tráfico de drogas y vinculación al crimen organizado.
Después de ser arrestado en Italia, Morabito se fugó y la justicia italiana le perdió la pista hasta su aparición el año pasado en Uruguay. Según se supo en ese momento, estaba instalado desde hacía años en Punta del Este bajo una identidad falsa.
En marzo, Italia solicitó su extradición y la jueza Dolores Sánchez la otorgó. Sin embargo, las defensas y el fiscal apelaron esta decisión porque querían que esa extradición sea bajo la condición de que Morabito tenga un nuevo juicio en Italia.
En segunda instancia, un tribunal de Apelaciones le dio la razón a la jueza y Morabito estaba a la espera de una resolución de la Suprema Corte de Justicia por un recurso de casación que presentó para oponerse a la extradición. Era su última opción.
El italiano no quería ser extraditado e intento demorar la resolución por todos los medios posibles, según supo No toquen nada, durante una de las audiencias insultó a la jueza para evitar que se pudiera continuar con el procedimiento.