Según el informe, entre enero de 2018 y mayo de este año, se registraron más de 6.800 muertes por “resistencia a la autoridad” y muchas de ellas fueron documentadas por la investigación de la Oficina como “ejecuciones extrajudiciales”.
“Tal y como demuestra nuestro informe, el Estado de Derecho y varias instituciones esenciales del país han sido erosionadas, y el uso excesivo y letal de la fuerza es usado contra manifestantes y también en operaciones de seguridad por las FAES, las fuerzas especiales. La tortura es un grave problema”, expresó Bachelet.
Según el informe, una de las principales responsables de estas ejecuciones son las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), un comando especial de la Policía Nacional Bolivariana.
Magda Gibeli describió algunos aspectos sobre cómo operan operan estas fuerzas. “Cuando están en operativos no muestran sus rostros, y llama la atención porque los ves en las calles y están todos vestidos de negro. Cuando están en un operativo tienen todo el rostro cubierto, nada más se le ven los ojos. Incluso, la pañoleta que utilizan en la cara es una calavera y las camionetas son negras completamente. A veces tienen esta insignia de una calavera, que obviamente genera temor”, comentó.
La eliminación de estas fuerzas especiales fue una de las exigencias que planteó Bachelet en la reunión que tuvo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Maduro, a pesar de que ha ido rechazando esos discursos y ha repudiado este informe, ha ido cumpliendo con la mayoría de las pautas que se conversaron con Bachelet, de acuerdo a lo que ella ha dicho. Una de estas demandas es desmantelar las FAES, no sabemos qué va a pasar con respecto a eso”, añadió.
