Con goles de Felipe Carballo y de Matías Zunino, Nacional ganó un partido que dominó de principio a fin. Nacional se sabe superior, tiene la autoestima por las nubes, emocionalmente domina a sus adversarios. Si a eso le suma un funcionamiento colectivo interesante y figuras determinantes, la ecuación cierra por todos lados.
El de Gutiérrez es otro equipo desde el día que le ganó el clásico a Peñarol por el Intermedio. Ese triunfo le permitió dejar atrás las dudas sobre su juego y lo proyectó a este presente óptimo.
En Florida obtuvo su sexto triunfo consecutivo. Lo consiguió porque fue superior a Boston River en todos los rubros del juego y en todas las zonas del campo.
La estrategia de Gutiérrez de poblar la mitad de la cancha y jugar con externos bien abiertos dio resultado. Desde allí el equipo impuso las condiciones, Carballo y Brian Ocampo pisaron el área con frecuencia para acompañar a Thiago Vecino y Nacional se acercó al arco rival.
Cuando a los 41 minutos Carballo puso el 1 a 0 tras una jugada por izquierda y un tiro en el palo de Vecino, todo pareció terminado. Es que a Boston River le costaba una enormidad lastimar al Tricolor.
Tras el descanso llegó el segundo. Una diagonal perfecta de Matías Viña terminó con un tiro de Zunino que se metió abajo y las pocas dudas que quedaban se disiparon.
Todo lo que vino después sobró. Nacional ganó y se hace fuerte en el Clausura y la Anual.
