La identidad se mantiene, el juego asoma

Con goles de Cavani y Suárez Uruguay igualó 2 a 2 ante Argentina en Tel Aviv.

Actualizado: 18 de noviembre de 2019 —  Por: Diego Muñoz

La identidad se mantiene, el juego asoma

EMMANUEL DUNAND / AFP

La selección uruguaya termina el año con una muestra de competitividad frente a un adversario de primer nivel. La Celeste volvió a mostrar sus señas de identidad más elocuentes a la vez que insiste en el cambio de paradigma con la pelota en los pies. En esa búsqueda está Tabárez, que diseñó un equipo con Torreira, Vecino y Valverde en el medio, Lozano por el extremo y Suárez junto a Cavani arriba.

La idea fue minimizar a Messi con un triángulo bien armado, donde el del Arsenal estaba hundido contra los centrales del equipo. Esto impidió que Argentina pudiese correr la cancha y que casi nunca Messi influyera en los últimos metros.

El paso de los minutos le dio a la selección mayor control de balón y a partir de la toma de decisiones en el medio empezó a sentirse cómodo en el campo. En ese sentido volvió a destacar Fede Valverde. Con o sin la pelota, desde la ubicación o el recorrido, su nivel de acierto y su grado de influencia en el juego es altísimo.

Liderado por el jugador del Real Madrid, bien rodeado por Vecino y Torreira, apoyado por un Lozano con gran recorrido y con la temible dupla delantera de costumbre, Uruguay se posicionó cerca del arco rival.

Iban 33 minutos cuando llegó el 1 a 0. La jugada la inició Valverde por izquierda, la cambió hacia la derecha y corrió a ese lugar para ofrecerse como receptor. Tras recibir la cambió en diagonal hacia el otro sector para ponérsela en el pie a Lozano, quien cedió al medio para Torreira. Su maravilloso pase por arriba lo recibió Suárez dentro del área y de primera tocó para Cavani, que se tiró hacia delante para marcar su gol número 50 con la selección. El gol es la síntesis perfecta de lo que intenta el equipo en la mitad de la cancha.

El resto del primer tiempo lo manejó Uruguay parado en su campo pero sin retroceder en exceso, lo que sí sucedió al comienzo del segundo.

Argentina presionó, la Celeste se metió demasiado atrás y defendió el resultado. Tabárez ya había sacado a Cavani para poner a Laxalt y armar un 4-1-4-1.

Los de Scaloni lastimaban por las bandas, sobre todo por la zona de Giovanni González, quien ingresó por Coates a los 15 minutos y padeció cuando lo atacaron por su lateral. De ese costado vino un centro a los 62 en el que Viña perdió un salto con Agüero en el primer palo y el delantero argentino venció a Campaña. Era el premio para Argentina ante un rival replegado, que no discutía la tenencia y defendía muy atrás. Ante eso cualquier desatención cuesta cara. Agüero lo demostró.

Pero Uruguay contestó de inmediato. Suárez se las ingenió para recibir una falta en la entrada del área y ejecutar con maestría el tiro libre. La colaboración del arquero Andrada también influyó para que la pelota se metiera contra el palo derecho.

En los últimos minutos el equipo de Scaloni se fue por el empate, que llegó en la hora luego de un penal por mano de Cáceres bien cobrada por el árbitro y que Messi cobró con perfección.

De cara a un 2020 cargado de acción y con Eliminatorias por delante, Uruguay demostró que está a la altura. Lo primero es el equipo, que cada jugador se entregue por el compañero, que priorice el colectivo. Y eso solo se consigue con sentido de pertenencia, algo que la selección tiene incorporado hace años. Luego viene el nivel de juego, que crece a partir de un mediocampo renovado. Sobran motivos para mantener la ilusión.