El caso de las tortas fritas y la “caricatura” que sustenta la reforma penal de la LUC

Los fiscales Mirta Morales y William Rosa explicaron en No toquen nada los riesgos de cambiar institutos penales incluidos en el nuevo código por “caricaturas” o "mitos" creados en los medios y la opinión pública.

Actualizado: 16 de mayo de 2020 —  Por: Redacción 180

El caso de las tortas fritas y la “caricatura” que sustenta la reforma penal de la LUC

Mirta Morales y William Rosa (DelSol)

La Asociación de Fiscales emitió un documento crítico de las reformas al Proceso Penal incluidas en la Ley de Urgente Consideración que analiza el Parlamento. Entre varios aspectos cuestionaron la limitación de institutos como los acuerdos reparatorios, el proceso abreviado o la suspensión condicional de la pena, que permiten solucionar los conflictos sin llegar al juicio.

“Cuando uno tiene miles y miles de causas tramitando resueltas por proceso abreviado, por suspensión condicional, por acuerdo reparatorio, no puede creer que la caricatura sea lo que dé la imagen que amerite estas reformas”, denunció William Rosa.

Los fiscales recordaron casos como el del vendedor de tortas fritas de Canelones que había comprado una desmalezadora sin saber que era robada. Un caso que fue ridiculizado en varias coberturas periodísticas y abordajes políticos.

“Nadie analizó en profundidad el caso como para explicarlo”, dijo Morales. La presidenta de la Asociación de Fiscales recordó que ese delito era “muy menor” y el afectado había recuperado su herramienta porque quien la había comprado, desconociendo su origen robado, la devolvió.

“La persona fue y lo devolvió cuando se enteró. Además hizo las tortas fritas. Lo que más me duele de ese caso es que como ese señor era un señor que vivía de vender tortas fritas y su bien más caro era tener harina para hacer tortas fritas porque de eso vivía su familia, lo que dio fue su trabajo y se lo ridiculizó por eso”, lamentó Morales.

Aquel caso se resolvió con una suspensión condicional de la pena porque el hombre que había comprado la herramienta ofreció donar 100 torta fritas a modo de compensación, luego de que el caso ya estaba resuelto porque había devuelto la desmalezadora.

“Fue muy triste ese caso, porque no era narcotráfico, era una localidad muy pequeña y tenía una repercusión muy grande que a un vecino le faltara una cortadora de césped”, dijo Morales. “La fiscal que podría no haber hecho nada porque el caso ya estaba resuelto, tuvo una preocupación más y fue a dar una respuesta. La respuesta fue convenida y miren todo lo que generó”, agregó.

La fiscal advirtió que se suspendería un instituto de “suma utilidad social” porque permite no dejar impune un delito, la persona que denuncia se siente satisfecha, y el imputado puede ser rehabilitado, lo que es un precepto constitucional.

“¿Entienden nuestra desazón? Es terrible. Tenemos miles de casos que han sido bien resueltos y que además se pueden investigar. Ahí le tiro un poco la oreja a los periodistas. Ahora sí tienen bases de datos para hacer una investigación periodística y ver si realmente el miedo de la torta frita da como para que me saques un instituto de mucha utilidad. Eso no se hizo”, lamentó.

El fiscal Rosa agregó que “cuando uno mira la justificación de la reforma es la caricatura, ese mito que los fiscales pactan penas muy benignas, que los fiscales mandan a hacer obligaciones que son ridículas. Esa ridiculización es lo que fundamenta estas reformas”.