El día que asumieron las nuevas autoridades del Ministerio de Salud Pública hubo un nombramiento que llamó la atención: Ana Castro como directora del Instituto Nacional de donación y trasplante, que es un órgano desconcentrado.
Era la primera vez en 41 años que un cambio de gobierno traía también un cambio en la de dirección en el instituto de donación y trasplante.
Desde el INDT dijeron a No toquen nada en ese momento que no estaban enterados del cambio a nivel formal, más allá de que en el audio que escuchamos Castro quedaba investida como nueva directora.
La asunción de Ana Castro como directora implicaba que por primera vez que el cargo sea ocupado por otro profesional que no era el grado 5, o sea el profesor con más mérito académico.
Incluso, No toquen nada consultó a las autoridades de salud pública por las razones de su nombramiento. Dijeron que Castro era una técnica con más de 20 años en el INDT y que dentro del recambio de responsables habían tomado esta decisión.
Ese nombramiento de la nueva directora generó la convocatoria de manera urgente de la Comisión Honoraria Asesora del INDT, integrada por cuatro miembros: dos designados por el MSP y dos de la UdelaR (uno Facultad de Medicina y otro del Hospital de Clínicas).
La comisión pidió una entrevista por este tema y algunos integrantes plantearon que la ley determinaba que el MSP y la UDELAR debían acordar sus responsabilidades en el INDT, entre ellas, este nombramiento.
Ahora se cambió la decisión inicial.
