A punto de cumplir 39 años, Williams no pudo acceder a su undécima final en Flushing Meadows en un partido en el que desperdició un set de ventaja ante Azarenka.
"Es obviamente decepcionante, pero al mismo tiempo hice lo que pude hoy", dijo una fatigada Williams en la conferencia de prensa. "Siento que otras veces he estado cerca y podría haberlo hecho mejor y hoy sentí que di mucho".
Han pasado más de tres años desde que Williams conquistó su 23º título 'Major' en el Abierto de Australia de 2017, cuando ya estaba embarazada de su hija Olympia.
Desde entonces ha alcanzado cuatro finales pero salió de todas ellas con las manos vacías, sin alcanzar a Margaret Court y sus 24 títulos.
Esta semana tenía una gran ocasión de lograrlo en el US Open, su torneo emblema en el que recibe la energía de los apasionados aficionados y que ha conquistado en seis ocasiones.
La pandemia de coronavirus pudo incluso mejorar sus expectativas, ya que provocó la ausencia de seis de las 10 primeras jugadores del ranking de la WTA, incluidas las dos primeras, Ashleigh Barty y Simona Halep, asi como la jugadora que la batió en la pasada final, Bianca Andreescu.
Pero Williams falló en el penúltimo paso ante una Azarenka rejuvenecida que levantó un 1-6 en contra en el primer set para doblegar a la estadounidense en los dos siguientes por 6-3 y 6-3.
Fue la primera vez que Williams perdía contra Azarenka en casi una docena de partidos de torneos de Grand Slam, que incluyen las dos dolorosas derrotas que la bielorrusa sufrió en las finales del US Open de 2012 y 2013, cuando estaba en su apogeo deportivo.
A principios de esta semana, Williams dijo que aún no había decidido si viajaría a París para competir en el siguiente Grand Slam, el reprogramado Roland Garros, que arranca el 21 de setiembre.
Con un historial de serios problemas pulmonares, Williams dijo que primero quería hablar con los organizadores sobre los protocolos de prevención del coronavirus, después de que se confirmara que permitirán el acceso de un número limitado de espectadores a las canchas.
Además, Serena manifestó que su idea era alojarse en su apartamento parisino durante la competición, mientras el director de Roland Garros dijo que su intención es que todos los jugadores "sin excepción" estén concentrados en dos hoteles.
Tras una nueva oportunidad perdida, a Williams se le preguntó la noche del jueves si competirá por un tercer título en Roland Garros y su respuesta fue mucho más contundente: "Sí. Quiero decir, definitivamente voy a ir a París".
AFP
