La policía estableció un cordón en la céntrica Avenida 9 de julio con el objetivo de poner un límite a los ingresos ya que el velatorio se extenderá hasta las 16H00 locales (19H00 GMT) por pedido de la familia.
La gente, que esperaba pacientemente en filas desde hace horas bajo un sol inclemente, reaccionó en forma violenta a los anuncios por parlantes y derribaron el vallado, lo que generó pánico y corridas.
La policía de Buenos Aires reprimió con balas de goma, gases y camiones hidrantes a la multitud mientras un pequeño grupo los enfrentó con piedras y botellas.
Pasadas las 14 horas el operativo para permitir el ingreso a la capilla ardiente comenzó a agilizarse cuando restaban dos horas para dar por concluido el velatorio público con más de 20 calles de fila de personas esperando por ingresar.
Familias con niños pequeños debieron huir corriendo por calles laterales mientras la policía avanzaba para dispersar a los más hostiles.
Decenas de miles acudieron a despedir los restos de Diego Maradona en un velatorio público que se inició a las seis de la mañana.
Los restos de Maradona serán inhumados este mismo jueves por la tarde en un cementerio de la periferia norte de Buenos Aires, donde están enterrados los cuerpos de sus padres.