El ministro de Trabajo, Pablo Mieres, dijo a No toquen nada que no habrá caída de salario nominal, aunque los números indiquen que debería producirse.
“Efectivamente una de las posibilidades es que el cálculo de la inflación, menos el ajuste nominal del 3% otorgado el 1 de enero y menos los puntos de caída del PBI, puedan determinar un resultado negativo que en ningún caso se va a traducir en una reducción salarial. Podrá en todo caso no producirse algún ajuste salarial a mitad de año. Veremos. Lo que sí descarto es que se pueda especular en el marco de que sobre el final del puente de la octava ronda se pueda producir una reducción salarial. Eso está descartado”, afirmó.
Es decir que, según el ministro de Trabajo, en caso de que la suma de la caída del PIB (5,8%) y los tres puntos nominales que se aumentó a la mayoría de los salarios en enero, sea mayor que la inflación de los últimos 12 meses en junio, no habrá baja de salarios nominales.
Mieres también confirmó qué dato de caída de PIB será tomado en cuenta para realizar el cálculo.
“Puede haber una diferencia entre el comportamiento del PBI 2020 según la vieja metodología o la nueva. Ciertamente por la vieja metodología la caída del Producto Bruto Interno puede ser un poquito menor que la de la nueva metodología. Se va a tomar la que estaba vigente al momento del acuerdo porque nos parece que es lo más justo”, dijo el ministro de Trabajo.
Así daría un número menor de caída (de la economía y por lo tanto del salario) que con la metodología nueva, con la que el gobierno proyecta que 2020 cerrará con una caída de 5,8.
Desde el PIT-CNT, el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellanos, consideró en No toquen nada que el tema es “muy entreverado” entre metodología vieja o nueva. “Pero efectivamente hay riesgo de una caída del salario”, afirmó.
Ante las declaraciones de Mieres, que descartaron una rebaja del salario, Castellanos dijo que “el salario nominal no se puede bajar, es ilegal. Si tu ganás 10 pesos no puede venir tu patrón y decir que a partir de mañana vas a ganar 9. Eso es un despido indirecto”.
La fórmula que se acordó en el Consejo Superior Tripartito de un ajuste de -2%, si bien no caerían los salarios nominales, su recuperación no arrancaría de cero sino de dos puntos negativos.
“Nosotros no hablamos del salario nominal, hablamos de ajustes a la baja. Si yo me propongo para el próximo ajuste salarial un adelanto, un crecimiento, lo que sea, por ejemplo de 2% si hay una proyección negativa del anterior convenio, en vez de tener un ajuste del 2, tengo uno del 1. Me van a descontar. La posibilidad real de que el salario tenga una contracción mayor es efectiva”, explicó.
El acuerdo del año pasado previó una caída del salario del 3%, que se recuperaría en 2021 y parte de 2022.
“Ahora resulta que la caída va a ser de un 4,8 -en la metodología vieja- y por la nueva de un 5,8. Si arranco la negociación con una pérdida del salario real de 4,8 o 5,8 y le sumo que capaz tengo un correctivo negativo porque la inflación fue más baja de lo que me dieron, si además sumo que hay más de 70.000 personas en el seguro de paro, imagino que cerca de 90.000 puestos de trabajo perdidos, es un escenario muy preocupante. Si el Poder Ejecutivo en los famosos lineamientos o en las propuestas que haga no trata de ubicar algunos equilibrios, la perspectiva es preocupante”, consideró.
La próxima ronda de negociación salarial comenzará en junio. De cara a ese debate, el ministro Mieres dijo que ya se sabía que iba a comenzar en un escenario de caída del salario.
“Sin duda el debate que se abre va a tener en consideración claramente el resultado de la octava ronda que, por otra parte, era un resultado esperado. Alguna caída del salario real iba a haber, habida cuenta de que la economía del país tuvo una caída de la producción muy significativa. Por eso cuando alguien ha dicho que el salaro real del Uruguay bajó por primera vez en 17 años, también el Producto Bruto Interno dejó de crecer por primera vez en ese período. Hay una relación directa si además se toma en cuenta que hay una afectación muy seria del empleo que es otra variable que hay que tener en consideración”, consideró.
Castellanos consideró que cuando se negoció la ronda anterior el escenario era de una pandemia de “cuatro o cinco meses” y que se preveía una caída del salario del 3% con la posterior recuperación del empleo en la temporada turística. Ese escenario no se cumplió. La pandemia continuó y la temporada turística tuvo una caída histórica por la continuación de la pandemia.
“Hoy al realidad es mucho más compleja, difícil y preocupante. Ante una realidad nueva tiene que haber soluciones nuevas. La proyección que tenía el Poder Ejecutivo ahora es distinta y entonces debería haber una solución distinta”, consideró.
