El desafío de “descarbonizar” la producción con el excedente eólico

El cambio de matriz energética que logró Uruguay en los últimos años ha generado un excedente “no gestionable” que puede aprovecharse para disminuir el uso de combustibles fósiles en el transporte y las industrias, explicó el ingeniero Fernando Schaich, expresidente de la Asociación Uruguaya de Energía Eólica.

Actualizado: 26 de febrero de 2021 —  Por: Redacción 180

El desafío de “descarbonizar” la producción con el excedente eólico

Ricardo Antúnez / adhocFOTOS

El año 2020 marcó algunos récords para las energías renovables en Uruguay: la suma de la energía de fuente eólica, la biomasa y la fotovoltaica generaron más de la mitad de la matriz eléctrica uruguaya: un 59%.

La mayor parte fue de energía eólica que aportó el 47%, casi la mitad, de la electricidad de todo el año, el mayor aporte desde que se introdujo la tecnología en el país, en 2008.

Estos datos aparecen en un informe de la consultora SEG, de la que Schaich es fundador y director.

Schaich dijo en una entrevista con No toquen nada que el país está armando “bastante inteligentemente” un marco de políticas energéticas tendientes a utilizar el excedente energético del que dispone en ocasiones. “Básicamente podría ser la eólica la que regulara un poco eso”, dijo Schaich.

“Todo indica que ese marco va a ir enfocado en tratar de descarbonizar la matriz productiva de Uruguay”, agregó.

Además de la energía, la matriz productiva está conformada por las industrias, el transporte y el agro.

Las cifras de 2020 muestran que la energía en Uruguay está “practicamente descarbonizada” ya que el 93% de la generación se dio con fuentes renovables. En 2019 había sido incluso superior: 97%.

“El resto, el transporte, la industria y el agro no están descarbonizados, siguen funcionando en base a combustibles fósiles. Ahí es donde está la oportunidad, el Uruguay está encaminándose hacie eso, hay una cantidad de normativas que apuntan a la electromovilidad”, dijo Schaich.

El consumo de electricidad a lo largo del día no es constante. Hace unos años que el uso de los aires acondicionados provoca que se dé un pico de consumo en los mediodías, en verano, y un poco más tarde en invierno. En la noche, cuando la gente duerme y las industrias generalmente no trabaja, baja el consumo al mismo tiempo que se da una generación eólica bastante abundante ya que hay viento.

“Es justamente el momento donde los autos eléctricos pueden cargar, además ayudados por tarifas más baratas. Es perfectamente complementario”, dijo el ingeniero.

“Uno podría tener un parque automotor cargando en la noche, consumiendo esa energía que difícilmente se utilice si no y transportando esa energía en su batería durante el día. Puede ser un uso intensivo, por ejemplo, para un vehículo utilitario. Para una familia, que se usa menos el auto, podría ser una noche cada tanto porque las autonomías hoy andan por los 200 o 300 kilómetros”, agregó.