El impacto de la pandemia en la brecha de género

La emergencia sanitaria en Uruguay impactó fuertemente sobre las mujeres, como demuestran algunos datos.

Actualizado: 08 de marzo de 2021 —  Por: Redacción 180

El impacto de la pandemia en la brecha de género

Marcha del 8M en 2020 (Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.)

Entre marzo y diciembre el desempleo de los hombres cayó más de un punto de 9,8 a 8,7 y el de las mujeres aumentó más de dos puntos, de 10,5 a 12,6. Esto permite decir que el aumento de 14.000 personas más desempleadas en el período está integrado abrumadoramente por mujeres que buscan trabajo pero no consiguen.

En cuanto a los cuidados, uno de los grandes dramas de las familias en este escenario fue el cuidado de los niños. Más allá de lo que ya sabemos sobre la feminización de las tareas de cuidados, en gran medida no remuneradas y en muchísimos casos remunerada e informal, la sobrecarga de esta época también golpeó más a las mujeres.

La incidencia del nivel educativo

Una encuesta de Opción realizada para ONU Mujeres y Unicef a fines de abril, cerca del pico del autoconfinamiento de los uruguayos, mostró una imagen que da para pensar: entre el escenario pre-covid y pos-covid las horas de trabajo no remunerados de hombres y mujeres aumentaron, pero las horas de las mujeres aumentaron más que la de los hombres. Entonces, aumentó la brecha de 3 horas a 3 y media.

Sin embargo, si se miran los datos por nivel educativo la imagen se vuelve más interesante como insumo para pensar: para nivel educativo alto y medio la brecha se achicó; en esos sectores, que se pueden asociar bastante bien con los de mayor nivel socioeconómico, hubo cierto reflejo, insuficiente pero con cierto impacto, de paridad, los varones aumentaron sus horas de trabajo remunerado un poco más que las mujeres en el nivel alto y apenas un poquito menos que las mujeres en el sector medio, en ambos casos bajó la brecha de tiempo dedicado a trabajo no remunerado.

En cambio, en el sector con menor nivel educativo la brecha aumentó y aumentó drásticamente no tanto porque las mujeres aumentaron una hora diaria en promedio sino porque los varones disminuyeron su trabajo no remunerado promedio diario.

Parece claro que alguna incidencia tienen la educación y el contexto socioeconómico para amortiguar las desigualdades de género, aunque hasta ahora no parecen existir los escenarios en que tiendan claramente a cero.