INAU reconoce falta de controles ante denuncias de mal estado de viandas en los CAIF

Mariana Amarilla, vocera de las Familias Organizadas de los CAIF (Centros de Atención a la Infancia y la Familia), denunció a No Toquen Nada mal estado en viandas que se entregan a los niños.

Actualizado: 09 de abril de 2021 —  Por: Redacción 180

INAU reconoce falta de controles ante denuncias de mal estado de viandas en los CAIF

Pablo Abdala (Pablo La Rosa/ adhocFOTOS)

El presidente del Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU), Pablo Abdala, dijo que no se han constatado denuncias por mala calidad de las viandas aunque reconoció que “se ha debilitado la supervisión de una manera considerable” y dijo que reforzarán el área con más personal.

La vocera de las Familias Organizadas de los CAIF asegura que hay viandas que se están entregando en mal estado y contó concretamente su experiencia con las viandas que se entregan en el centro de Colinas de Solymar.

“Es triste la calidad del alimento. Yo apuesto todos mis litros de sangre de que no es un alimento que le darían a sus hijos. La fruta está pasada, que ni para licuado. Te puedo hablar de una banana que la pelás y está negra. A veces las viandas vienen rancias, agrias, pasadas. Si yo te hablo de una extrema hambruna, obviamente le entrás porque es lo que hay, pero no es a lo que queremos apelar”, describió.

Agregó que lo ha comentado con otras madres y que le dicen que los niños no comen las viandas. “Mejor termómetro que los chiquilines con ganas de comer, no hay”, dijo.

Hay 437 centros en todo el país, 56.196 niños y niñas. El objetivo de los CAIF es garantizar la protección y promover los derechos de los niños desde su concepción hasta los tres años, priorizando el acceso de niños en situación de pobreza y/o vulnerabilidad social.

Actualmente se están implementando tres modalidades a aquellas familias que soliciten servicio de alimentación: ticket, tal y como reciben algunas familias y estudiantes en ANEP, canastas o viandas.

La gestión y el armado de viandas se realiza a través de una organización social y está supervisada por el INAU.

El presidente del INAU, Pablo Abdala, dijo a No toquen nada que no se han constatado denuncias por mala calidad de las viandas aunque no descarta que “algo de eso puede estar pasando en algún lugar”.

“Muchas veces de pronto son denuncias que ni siquiera llegan al Directorio. De pronto la propia Dirección Departamental, me hablaban de una localidad de Canelones, interviene y resuelve el tema a través de un supervisor, una inspección. Este caso particular no lo conozco, no ha llegado el Directorio, pero por supuesto no descarto que algo de eso pueda estar ocurriendo”, afirmó.

Abdala le dijo que si se constatan irregularidades hay mecanismos para prevenir estas situaciones y reconoció que “se ha debilitado la supervisión de una manera considerable”.

Ante “cualquier situación irregular o con apariencia irregular, con estas características u otras, hay mecanimos para inspeccionar, indagar, empezando por los supervisores. Cada centros de primera infancia o de la franja que sea tiene un supervisor a cargo que los debe visitar con determinada regularidad”, dijo Abdala.

Ese control, agregó, no solo debe ser de la calidad de la alimentación sino de todos los servicios involucrados, incluso el proyecto socioeducativo.

“Debo reconocer algo. Se ha debilitado la supervisión de una manera considerable. No hemos llegado al extremo de que no se esté cumpliendo la función. La función se está cumpliendo pero es necesario reforzar la supervisión”, afirmó,

Abdala dijo que el Directorio está ultimando los detalles de un llamado para contratar al menos 60 supervisores para reforzar los distintos programas. “Evidentemente hay una necesidad de mayores recursos humanos”, reconoció.

Lo educativo

Bajo la órbita del Inau también hay 159 clubes de niños y 118 centros juveniles, y más de 800 centros de tiempo parcial. Abdala explicó que se suspendió la presencialidad igual que en la Administración Nacional de Educación Pública.

“Se mantiene el apoyo alimentario a las familias que lo necesitan, se mantienen guardias de por lo menos dos trabajadores por turno a los efectos de atender situaciones de emergencia y el contacto a distancia con las familias. Este tipo de gestión se mantiene”, dijo.

Desde Familias Organizadas de los CAIF explicaron que el contacto que tienen con los educadores es limitado, que solo van por la vianda, y eso dificulta la intervención de los educadores.

Mariana contó la situación particular que ella está atravesando con su hijo Benjamín y cómo repercute la no presencialidad.

“Mi hijo tiene tres años, todavía no forma frases. Por lo general un niño de dos años ya forma frases sencillas como 'quiero jugar', 'dame de comer', cuestiones concretas. En mi caso, yo me separé hace un año y medio por violencia doméstica, todavía tengo el dispositivo, y Benjamín está con un retraso en el desarrollo del habla. Se hace entender muy bien, con palabras sueltas, pero como que se atrasó en eso. Por ejemplo, él necesita compartir el alimento con niños porque se estimula más en grupo. Aprende más rápido copiando a los demás, como cualquier niño que ve a otro par. Acá en casa no tiene un par. Me tiene a mí todo el día hablando pero no es lo mismo”, describió.

Con base en un informe de Tania de Tomas, para No toquen nada.