Estos datos aparecen en la Encuesta Nacional de Lactancia, Prácticas de Alimentación y Anemia en menores de 24 meses de 2020 y pone en duda la aplicación de la ley de 2017.
El ministro de Trabajo Pablo Mieres dijo a No toquen nada que no se hicieron campañas de fiscalización para controlar el cumplimiento de esta ley, pero que sí han actuado ante denuncias que, según dijo, fueron esporádicas.
Las salas de lactancia son obligatorias en algunos casos específicos por la ley ley 19.530 de agosto de 2017.
Esto sucede en los edificios o locales de los organismos, órganos e instituciones del sector público y privado en las que trabajen o estudien veinte o más mujeres y donde trabajen cincuenta o más empleados.
En los casos en que no se cumpla con ese mínimo de veinte mujeres o 50 empleados pero haya al menos una mujer en período de lactancia, se “deberán asegurar los mecanismos que garanticen el uso de un espacio destinado a amamantar, extraer o almacenar y conservar la leche materna”.
Esta ley formaba parte de la estrategia de protección de la lactancia, porque el trabajo es una de las principales razones del destete prematuro.
La ley establece que “los obligados a implementar Salas de Lactancia deberán realizarla en un plazo no mayor a nueve meses contados a partir de la entrada en vigencia de la presente ley”. Esto es (o era), desde mayo de 2018.
Los requisitos que deben tener tanto las salas como los espacios de lactancia están detallados en el decreto reglamentario de la ley.
En 2018, unas semanas después de que se reglamentara la ley, hablamos con Carolina de León, magíster en Nutrición y coordinadora en ese momento del área de Lactancia Materna del MSP.
Ella dijo que no era la idea exigir “un laboratorio de la NASA” pero sí un espacio con condiciones mínimas.
“Apunta al manejo de la leche con inocuidad, con cierta privacidad y la tranquilidad necesaria. No porque una mujer no pueda amamantar en cualquier lugar, ese es otro tema, nosotros no queremos que se amamante en salas a escondidas. Sí es verdad que muchas mujeres se sienten más tranquilas haciéndolo en privado. Amamantar se puede amamantar en cualquier lugar. El tema es la extracción de leche que ya implica otra historia”, explicó.
Lugares de estudio
Otro dato de la Encuesta Nacional de Lactancia, Prácticas de Alimentación y Anemia es quer una de cada cinco (22%) afirmó que contaba con sala de lactancia en el centro de estudio al que concurría.
La ley 19.530 dice que “en los edificios o locales de los organismos, órganos e instituciones del sector público y privado en las que trabajen o estudien veinte o más mujeres o trabajen cincuenta o más empleados, se deberá contar con una sala destinada a la lactancia”.
Este dato de la encuesta de Anemia del 2020 se suma al del estudio de salud ocupacional que publicó el INEEd en julio del año pasado: la mitad de los docentes declara que en su centro educativo no existe sala de lactancia.
Según ese estudio de Ineed: "Las salas de lactancia parecen ser un espacio poco implementado en los centros educativos en general, lo que permite visibilizar un escaso ejercicio de este derecho, teniendo en cuenta la legislación actual (Ley n.° 19.530, Aprobación de la instalación de salas de lactancia materna). Según el reporte de los docentes, en Inicial, Primaria y Secundaria públicas más de la mitad de los centros no cuenta con este tipo de sala (61% y 54%, respectivamente).
El resto de los subsistemas presentan una situación sensiblemente diferente: Educación Técnica un 49%, Inicial y Primaria privada un 42%, Secundaria privada un 37%.
Casi ocho de cada diez docentes son mujeres.
