En esta disminución del Producto Interno Bruto (PIB) en términos interanuales "incidió la emergencia sanitaria asociada al COVID-19, que continuó influyendo sobre la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de los establecimientos productivos", informó la institución en su informe de Cuentas Nacionales.
En tanto, en términos desestacionalizados, la actividad económica disminuyó 0,5% respecto al trimestre anterior.
El BCU aclara que este descenso no fue generalizado en todos los sectores.
Los sectores con mejor desempeño fueron el agropecuario, pesca y minería, las industrias manufactureras y actividades de administración pública.
Por el contrario, hubo menor actividad en Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios, en Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones y en Actividades profesionales y arrendamiento.
Según la consultora Cinve, la inversión tuvo una expansión del 10,9%, empujada por un incremento del 14,5% de la inversión en capital fijo, también influida por las obras asociadas a la construcción de la planta de UPM y las obras de infraestructura bajo modalidad PPP.
También cayeron tanto las exportaciones como las importaciones, pero las ventas al exterior lo hicieron en mayor porcentaje que las compras, lo que impacta negativamente en las cuentas nacionales.
Los sectores que se diferenciaron por no mostrar caídas en su actividad en este trimestre fueron Industria manufacturera, Construcción y actividades de administración pública. Pero sobre todo el sector Agropecuario, Pesca y Minería que creció 10,4% en términos interanuales y generó el mayor aporte a amortiguar la caída generada por la gran mayoría del resto de los sectores.
Las actividades que impulsaron el crecimiento del sector fueron las agropecuarias: agricultura (arroz), pecuaria (carne y lechería) y silvicultura (rolos de madera para la exportación).
Esto derramó positivamente en industria a través de los frigoríficos que ayudó a compensar el desempeño negativo sobre todo del resto de las industrias de elaboración de alimentos, dice el informe.
Tras un desplome del PIB en el segundo trimestre de 2020 por las medidas aplicadas por el gobierno para contener la pandemia, la economía uruguaya había mostrado una leve recuperación el tercer y cuarto trimestres del año.
Cinve indica que "este primer registro negativo de 2021 supone una reversión del proceso de reactivación de la actividad insinuado en el segundo semestre de 2020. La economía aún se encuentra un 2,8% por debajo de su nivel del primer trimestre de 2020, y no se espera que la recuperación ocurra en 2021".
La Encuesta de Expectativas del BCU de mayo entre agentes del mercado proyectó un crecimiento de 2,6% para la economía uruguaya en 2021, mientras que la previsión del Ministerio de Economía y Finanzas es de 3,5%.
