Daniel Placeres vive en la chacra de Mujica y Topolansky desde hace nueve años. “Con Stella, que hace 21 años que andamos caminando juntos, nos preguntamos qué hacíamos y Pepe me dijo, ‘venite para acá si querés, inventamos algo’”, contó en No Toquen Nada (Océano FM).
Las flores y las mañanas
Cuando Mujica fue senador de la República, se hacía tiempos para enseñarles a plantar. “La verdad es que las plantas y las flores yo las conocía de fotos”, admitió. “Con Stella siempre decíamos, con todo lo que pasó… ¿Cómo sabe plantar flores? Porque la flor tiene un significado muy particular, hay que ver cuando nace una flor, porque es el fruto de una acumulación de muchas cosas…”.
Placeres recordó los tiempos en que, a la hora del desayuno, tomaba grappa con limón y armaba tabaco Cerrito. “Esas eran las tertulias de mañana”, resumió. Hablaban, claro, de política, pero también de antropología y de botánica.
Sobre el trabajo constante del nuevo mandatario, Placeres contó que “Pepe que tiene una notebook de 96 gigas llamada Tabaré. Lo que tiene es un cuaderno Tabaré de 96 hojas”.
La hija de Placeres, Ana Clara, de siete años, también se crió en la chacra. Según contó, se lleva bárbaro con Pepe y Lucía. “A Stella y a mi nos cuenta cuando, para vivir, repartía cartuchos en la motoneta; después andaba con el sidecar repartiendo películas de cine. Se ganó la vida así”.
El amigo de Mujica también habló sobre el circuito mañanero de las caminatas. “A veces no pueden ni salir. En esa zona no caminaba nadie, pero cuando Pepe y Lucía empezaron a salir, todos salieron. Cuando se les ocurrió agarrar la bicicleta, lo mismo. Hay muchos que lo hacen como para acompañar, pero hay otros que lo paran y le piden que no se olvide tal planteo…”. Por eso idearon un circuito que cumplen todas las mañanas desde las siete hasta las ocho horas. Luego sale en el tractor y como a las 10, contó, sigue en sus tareas.
De todas formas, dijo que todo lo que pasa en la chacra “es muy espontáneo”. “El Pepe se corta unos gladiolos y sale Lucía a colgar la ropa”.
Aunque, desde hace un tiempo, las rutinas cambiaron. “Hay momentos esporádicos en que ni nos vemos las caras y hay momentos en que nos vemos a cada rato”. Ese lunes 1° de marzo, Placeres llegó del exterior cerca de las cuatro de la madrugada, a las nueve estaba conversando con Mujica y a esa hora ya se iba, rumbo a la jornada en que fue investido como presidente.
Mirada en el futuro
Placeres habló sobre el proyecto de Escuela Agraria que Mujica y su esposa tenían para su chacra, antes de que surgiera la candidatura a la Presidencia. “Siempre pensó en eso y fue perfeccionándolo porque que ve es muy preocupante”, dijo en referencia a la pérdida del oficio, no sólo del agrario, sino del oficio en general. “Tenemos que inyectar el conocimiento de oficio porque el Uruguay puede perder hacia el futuro una de las posibilidades de un país de oficios, como era antes”.
Mujica, contó su amigo, pensaba en “traer gurises del interior, de lugares muy pobres, y becarlos”. Placeres lamentó que “muchos eviten hablar de la zona rural” pero recordó que un 60% del departamento de Montevideo es zona rural.
Aseguró que el actual presidente va a concretar su idea de formar una escuela agraria en su propia casa.
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