"El gobierno lamenta las manifestaciones contra Japón, realizadas los días 16 y 17 (de octubre) en China, y pide enérgicamente que las empresas niponas sean protegidas", declaró el primer ministro japonés, Naoto Kan, ante el Parlamento.
El ministro de Relaciones Exteriores japonés, Seiji Maehara, calificó este lunes de "histérica" la reacción de China respecto a su litigio territorial en el Mar de China Oriental, refiriéndose a la decisión china de suspender sus exportaciones de tierras raras a Japón. Maehara, conocido como un halcón en materia de relaciones con China, fue interrogado en el Parlamento respecto a una serie de medidas de represalia adoptadas por las autoridades chinas desde que Japón arrestó, a principios de septiembre, al capitán de un barco pesquero chino cerca de un archipiélago que se disputan ambos países.
China anuló conversaciones a alto nivel y encuentros bilaterales. Fuentes de la industria indicaron que también cesó las exportaciones de tierras raras hacia Japón, fundamentales para la fabricación de productos de alta tecnología.
"Creo que las medidas de represalia tomadas por China son extremadamente histéricas", sostuvo Maehara, después de las manifestaciones contra Japón que tuvieron lugar el fin de semana pasado en ese país.
"En cuanto a la cuestión de las tierras raras, el ministerio de Comercio chino sostiene que no ha tomado semejante medida, pero por el momento nosotros no podemos decir que los envíos hayan vuelto a la normalidad", señaló.
Los dos países reivindican unos islotes deshabitados, llamados Diaoyu, en chino, y Senkaku, en Japón, en el Mar de China Oriental, que también reclama Taiwán. Las islas Diaoyu/Senkako se encuentran en una zona muy rica en peces y cuyos fondos marinos podrían contener reservas de hidrocarburos.
Después de un período de calma, la tensión entre los dos vecinos se reavivó el sábado y el domingo pasados. Varios miles de chinos, en su mayoría jóvenes, se manifestaron contra la presencia de Japón en esas islas. Los manifestantes rompieron los cristales de comercios japoneses y dañaron automóviles nipones en las ciudades de Zhengzhou (provincia de Henan), Xian (Shaanxi), Chengdu y Mianyang (Sichuan) gritando "protejamos a las Diaoyu" y "hay que boicotear los productos japoneses". Fueron las manifestaciones antiniponas más importantes desde 2005 en China.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Ma Zhaoxu, consideró "comprensible que la gente exprese su indignación ante las palabras y los actos erróneos de la parte japonesa".