Muchas causas para pocas adopciones

En Uruguay hay más de 400 parejas en lista de espera para adoptar un niño. En el 2010, se concretaron 24 adopciones. En algunos hogares del INAU, solo el 10% de los niños está en condiciones legales de ser adoptado. Funcionarias de dos hogares explicaron por qué sucede esto y cuál es la situación de esos centros.

Actualizado: 19 de abril de 2011 —  Por: Clara Esmoris

Muchas causas para pocas adopciones

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180 estuvo este lunes en dos hogares del INAU que albergan niños en situación de riesgo -niños que pueden padecer abandono, desnutrición, violencia, portar el virus HIV-. Ambos hogares pertenecen a la asociación Hogar del Bebé. En el primero viven niños de cero a tres años y hay un total de 77; en el segundo viven 33 niños desde los cuatro hasta los 12 años. El recorrido estuvo guiado por la coordinadora general, Cristina Olano, y por Ana María Pomi, vicepresidenta de la asociación, quienes explicaron distintos aspectos de la situación de los niños, del hogar y de los padres biológicos.

En este momento, de los 77 niños que hay en los dos hogares, solo diez tienen el pase para poder ser adoptados. Esto quiere decir que ya completaron el proceso judicial en el que los padres biológicos renunciaron a la tenencia. En lo que va del año se concretaron tres adopciones.

Frecuentemente se da el caso de niños que no tienen el pase y son visitados con cierta regularidad por familiares directos (el 33% reciben al menos una visita al mes). El pase a adopción se puede iniciar cuando se configura el abandono, es decir cuando un niño no recibe visitas de familiares durante un año. La visita provoca que se alargue el período de institucionalización, incluso algunos niños pueden estar 12 años dentro de los hogares, sin posibilidad de ser adoptados. La prioridad que se le da a la familia biológica suele generar controversia en la opinión pública, pero las funcionarias del lugar dicen que es importante no ser simplistas al analizar la situación. “A veces la madre biológica no se lo puede llevar por un problema de vivienda, a veces porque no tiene trabajo y no puede mantenerlos, pero son madres que tienen un vínculo afectivo muy importante para el niño, y que si se les dieran las herramientas necesarias, podrían llevárselos a vivir con ellas”, dijo Pomi. Pomi ve el problema en la falta de apoyo a las madres que desean que sus hijos vuelvan a vivir con ellas.

Las madres adictas a las pasta base son un 85% de las que dejan sus hijos en estos hogares, y muchas de ellas también buscan una salida al problema, pero no encuentran los recursos para solucionarlos.

Por otra parte, las funcionarias coinciden en que el proceso judicial es demasiado lento. En especial el pronunciamiento del juez respecto a si el niño puede darse en adopción, o se debe trabajar para reinsertarlo en su familia biológica, o debe permanecer más tiempo en el hogar (por falta de documentación necesaria, por ejemplo), a veces llega a demorar años.

Un abogado especializado en adopciones dijo a 180 que, si bien el proceso siempre fue largo, a partir de la nueva ley de adopciones, se enlenteció aun más. “Los jueces siguen dando vueltas alrededor de la familia biológica y se olvidan de que el niño está creciendo y de que es fundamental sacarlos de la institución, por más buena que sea”, opinó el profesional, que pidió mantener el anonimato. Uno de los problemas principales, desde su punto de vista, es que a partir de la nueva ley, se hicieron modificaciones que en la realidad no se pueden implementar, como por ejemplo, que los padres deban presentarse en persona a la audiencia, en vez de utilizarse documentos respaldados por un escribano. Otro de los problema es que se le dio competencia específica para las adopciones al Juzgado de Familia Especializado, que tiene solo cuatro integrantes, y al que además le competen todos los casos de violencia doméstica.

La nueva ley de adopciones establece que los niños menores de dos años no pueden permanecer más de 45 días en establecimientos del INAU, y 90 días para los niños de entre dos y siete años. Las asistentes sociales que trabajan en estos establecimientos explicaron que este plazo no se puede cumplir, porque la mayoría de las veces los trámites están “trancados” desde el área judicial, y no se puede trasladar al niño a un nuevo hogar si el proceso legal no finalizó. El tiempo que pasa un niño en la institución depende de cada caso. “La mayoría de la gente quiere bebés”, dijo Olano, pero si son bebés portadores de HIV, la posibilidad de que sean adoptados es casi nula. “Hay casos de hermanos cuyos abuelos desean llevarse a uno solo: al que no tiene HIV”, agregó. Lo mismo sucede con los niños que tienen alguna discapacidad.

180 recogió estos testimonios durante una recorrida realizada junto a la diputada Verónica Alonso a hogares del INAU.

Al mismo tiempo, la lentitud del proceso judicial hace que los niños que entraron siendo bebés terminen “envejeciendo” en la institución, y cada año que pasa se reduce la posibilidad de que los adopten. Las funcionarias contaron el caso de Victoria, una niña que ingresó a los pocos días de nacer, cuya madre dijo desde un primer momento que no tenía intenciones de quedársela, pero a la hora de presentarse ante el juez, ella no concurrió. Ya pasaron tres citaciones a las que no asiste, y Victoria cumplió diez meses.

El Hogar del Bebé está enfrentando serios problemas económicos. Actualmente tiene un déficit de 2.160.000 pesos (unos 100 mil dólares). El INAU le entrega 29 unidades reajustables por cada niño, lo que alcanza para cubrir el 75% de los gastos. El resto solía cubrirse con una donación de 90 mil dólares anuales de una fundación europea, pero debido a la crisis en ese continente, esta donación se cortó. Pomi explicó que el Hogar solicitó 6 UR más por niño (que puede reclamar de acuerdo a la nueva ley de presupuesto), para empatar los gastos, pero todavía no recibieron una respuesta.