El delito de estafa había sido solicitado por la fiscal que entiende en la causa. Al momento de dictar el primer fallo, Díaz pidió información a la Suprema Corte de Justicia para conocer en qué fecha Damasco juró como ministra del Tribunal de Apelaciones.
Mientras era titular del Juzgado penal de 14º Turno podía hacer los retiros de dinero. El delito de peculado se tipificó porque la jueza no lo usó para finalidades de la sede que encabezaba sino en provecho propio o de un tercero, según el fallo.
Una vez que se demuestra que hizo el último retiro de dinero, por 25.047 dólares, el 15 de junio de 2009, cuando ya no era titular de la sede se configura la estafa. Damasco juró como ministra el 12 de junio de 2009.
El delito de estafa establece que lo comete “el que con estratagemas o engaños artificiosos, indujere en error a alguna persona, para procurarse a sí mismo o un tercero, un provecho injusto, en daño de otro”. La pena prevista es de seis meses de prisión a cuatro años de penitenciaría.
Díaz sostiene que Damasco “confeccionó un oficio judicial falso, en el que le ordenaba al BROU abonarle a ella misma la suma de U$S 25.047, le colocó de su puño y letra una fecha en la que todavía era titular del juzgado. Tales actos constituyen estratagemas y engaños artificiosos que indujeron a error a los funcionarios del BROU, quienes le entregaron el dinero. La imputada lo retiró y lo utilizó en beneficio propio o de un tercero”.
El juez Díaz modificó así su resolución y a los seis delitos de peculado agregó el de estafa.
La defensa de Damasco pidió que se apliquen medidas sustitutivas a la prisión, dada la intención expresada por la ex jueza de devolver el dinero robado.
