Un maestro asesinado de un balazo tras días de tortura

El maestro Julio Castro murió de un balazo en la cabeza, fuertemente maniatado y con un alambre en los tobillos, según el informe de la junta médico forense que trabajó con sus restos. Además, se constató que el disparo fue realizado por una tercera persona y “un fragmento de costilla con fractura” permite establecer que sufrió “apremios físicos asociados al momento de la muerte”.

Actualizado: 01 de diciembre de 2011 —  Por: Mauricio Erramuspe

Un maestro asesinado de un balazo tras días de tortura

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Luego de confirmar que los restos hallados en el Batallón 14 el 21 de octubre correspondían a Julio Castro, desaparecido el 1 de agosto de 1977, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, dijo que el hecho causó “profunda conmoción y profunda tristeza” en el presidente José Mujica.

Según informó el Poder Judicial el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense que trabajó con los restos concluyó que la probabilidad de que pertenezcan "al padre biológico de Julio Castro Ures y de Hebe Amalia Castro Ures es de 99,9999994%".

Breccia brindó una conferencia de prensa, junto al antropólogo José María López Mazz, que dirige al equipo que lleva adelante las excavaciones. El antropólogo dijo que junto a los restos se encontraron “zapatos, medias, camisas, un cinturón y una moneda de nuevos pesos 20 que circuló entre los años 70 y 80”.

Además se encontraron fragmentos de proyectiles.

Según dijo Breccia, no había indicios concretos de que se podría encontrar los restos de Castro antes de las excavaciones.

Los restos de Castro actualmente están en custodia del Poder Judicial y sus familiares solicitaron concurrir al lugar del hallazgo para una ceremonia íntima.

Las causas de la muerte

Según el informe forense, "las lesiones se encuentran en región craneal y vértebras cervicales. Se trata de lesiones extensas que alcanzan todo el cráneo, con un gran conjunto de fracturas y soluciones de continuidad (faltantes de huesos) que se corresponden con lo que se denomina 'estallido de cráneo'. Se

encuentra a nivel frontal un cuarto de circunferencia correspondiente a orificio de entrada de proyectil de arma de fuego".

Los forenses aclaran que no puede descartarse que haya sido más de un disparo. "Por tratarse de restos esqueletizados, no es posible establecer una causa de muerte certera, sino la determinación de la causa mas probable. La causa más probable de muerte es el disparo de arma de fuego a nivel craneal", afirman.

El informe descarta la accidentalidad o la lesión "auto-inferida". "Se establece entonces con certeza como causa de muerte el disparo realizado por tercera persona". "Además de las lesiones óseas, el hallazgo de ligaduras de ambas manos en posición anterior, con nudo fuertemente ajustado así como un alambre asociado a la región de los tobillos y un fragmento de costilla con fractura de características perimortem permiten establecer la situación de apremios físicos asociados al momento de la muerte", afirman.

Restos de pequeñas dimensiones

López Mazz señaló que en el trabajo que vienen realizando desde el 2 de febrero de 2011 encontraron pequeños restos óseos que aún no ha podido confirmarse si son humanos por sus dimensiones. Se realizan los trámites para que se los investigue en Argentina en un laboratorio especializado pero mientras tanto se está montando uno en Uruguay, afirmó.

Todos estos datos, tanto el encuentro de esqueletos enteros como de pequeños restos, permite seguir trabajando en la hipótesis de que la Operación Zanahoria existió, pero se escaparon algunos cuerpos y pequeños restos, dijo López Mazz.

El antropólogo señaló que los trabajos continúan en el Batallón 14 y también en el 13.

Galería de imágenes del hallazgo

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