El homicida, Gianluca Casseri, de nacionalidad italiana, tenía unos 50 años y militaba en un movimiento de extrema derecha, según indicó el diario Il Corriere della Sera en su edición para la red Internet.
El hombre inició su correría asesina en un mercado callejero localizado en la Plaza Dalmazia, en un barrio popular periférico localizado al norte de Florencia, donde abrió fuego contra un grupo de vendedores ambulantes, la mayoría inmigrantes africanos.
Dos senegaleses murieron inmediatamente, mientras un tercero fue hospitalizado en graves condiciones de salud.
Según algunos testigos que asistieron al tiroteo, citados por el diario La Repubblica, el autor de la agresión, llegó a la plaza a bordo de un automóvil blanco, del que se bajó para disparar tres tiros y volvió a subirse.
Una persona, que tomó fotos del ataque con un teléfono móvil, ha sido convocada por la policía que investiga el caso.
El asesino, armado con un revólver Magnum 357, se trasladó luego al mercado de San Lorenzo, en pleno casco histórico, uno de los lugares más concurridos de la ciudad de los Médici, donde hirió a dos personas, también inmigrantes senegaleses.
Poco después el homicida se suicidó en la misma plaza con su propia arma, cuando al parecer la policía lo tenía acorralado, según las autoridades locales.
Tras conocer la noticia del tiroteo centenares de senegaleses desfilaron por las calles de Florencia al grito de protesta "Vergüenza, vergüenza, racistas, racistas" y confluyeron pacíficamente en la céntrica plaza del Duomo para orar arrodillados frente a la catedral por la muerte de sus compatriotas.