Vuelve Tata Vizcacha, el libro que ardió en democracia

En 1955 el poeta uruguayo Washington Benavides editó con dinero propio su primer libro, Tata Vizcacha, compuesto por poemas que describían a varios personajes “ajustados a la 'moral' vizcachera del acomodo” de su Tacuarembó natal. El libro generó tal revuelo que casi todos sus ejemplares terminaron en una hoguera en la plaza de la ciudad. Esto sucedió en democracia, pero nadie reprobó el hecho ni tomó acciones. Este 20 de abril, luego de 57 años, Tata Vizcacha será reeditado por primera vez.

Actualizado: 19 de abril de 2012 —  Por: Nadia Piedra Cueva

Vuelve Tata Vizcacha, el libro que ardió en democracia

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El viernes 20 de abril a las 20:00 en la Casa de la Universidad, frente a la misma plaza 19 de Abril en que fueron quemados los ejemplares de Tata Vizcacha, se presentará la reedición del libro, a cargo de la editorial Yaugurú. Allí participarán, entre otros, los músicos Larbanois-Carrero y el escritor y amigo del autor Agamenón Castrillón, que trabajó en la reedición.

“La primera edición tuvo un bautismo no de aguas lustrables sino más bien de fuegos”, recuerda Washington Benavides a pocos días de la presentación de la segunda edición de Tata Vizcacha. Todavía muestra asombro por la ausencia de repercusión que tuvo esta quema de libros “propia de la Inquisición” en plena democracia. Nadie denunció el hecho ni hizo nada al respecto.

Recién en 1986, 30 años después, Benavides es entrevistado y consultado acerca de lo sucedido por Elder Silva, del medio La hora.

Benavides recuerda que el contexto de esa época fue la Guerra Fría, el enfrentamiento sin armas que disputaban Estados Unidos y la Unión Soviética, y que manifestaba la dicotomía capitalismo/socialismo. En esa época “todos eran buenos o malos” y tenías que pertenecer a uno de los dos bandos, comenta Benavides.

A eso le adjudica el autor la paranoia y el revuelo que generó la aparición de Tata Vizcacha, que llevó a que un grupo de estudiantes de derecha (que quizás se sintieron mencionados en los poemas de Benavides) formara el Movimiento de Acción Democrática (MAD), publicara una proclama en el diario La voz del pueblo y decidiera comprar los ejemplares del libro en las cuatro librerías de la ciudad, para luego prenderlos fuego en la plaza principal.

Como ocurre en varias ciudades del interior del país, frente a la plaza estaba la catedral, la jefatura de Policía y otras oficinas públicas. Sin embargo, nadie reaccionó, ni a largo ni a corto plazo, ante esta quema de libros.

“Cuando yo cuento esto, y después de tanta agua que corrió bajo los puentes y de haber tenido 13 años de dictadura, alguna persona me dice 'así que a usted la dictadura le quemó el libro', y yo le tengo que decir 'no, fue en plena democracia'”, cuenta Benavides.

La proclama del MAD afirmaba que su creación respondía a que “un sector sindicado como rusófilo pretende deslizar en el seno del estudiantado y de la sociedad toda, un germen nocivo y extraño al sentimiento tradicional del pueblo uruguayo…” y que su objetivo como movimiento era luchar contra el “sovietismo”.

“El que encuentre sovietismo en el Tata Vizcacha tiene que ser un mago Merlín, pues no había nada de eso. Era simplemente un acto de conciencia de un adolescente que estaba viendo cosas que le parecía que estaban mal y dio su palabra”, comenta Benavides.

Tata Vizcacha nació por influencia del autor estadounidense Edgard Lee Masters, que escribió un libro de poemas llamado The Spoon River Anthology. Tata Vizcacha está compuesto por poemas-biografías de personajes de la aristocracia tacuaremboense que llevaron a cabo la cultura del “acomodo”. Si bien estos personajes aparecen con nombres ficticios, era fácil en el Tacuarembó del 55 reconocer a quiénes se referían, y quiénes eran mencionados en el libro. De ahí el revuelo que generó.

Cada uno de esos poemas empieza y termina con reflexiones del Tata Vizcacha, personaje del Martín Fierro de José Hernández que simboliza el individualismo, el resentimiento y la malicia, según palabras de Agamenón Castrillón. "Hacete amigo del juez, no le des de qué quejarse", "el zorro que ya es corrido dende lejos olfatea", "lo que es yo, nunca me aflijo y a todito me hago el sordo" y "jamás llegués a parar ande veas perros flacos" son algunas de las frases del Vizcacha de Martín Fierro citadas en Tata Vizcacha.

"En el Tata Vizcacha de Benavides caminan por la galería provinciana, como en un desfile dominguero entre plaza y plasa, los señores y señoras de Tacuarembó, malbichos y algunos de sus víctimas", cuenta Castrillón en su comentario al comienzo del libro.

Quienes formaban parte del MAD, según muestra la firma de la proclama (incluida en esta reedición del libro), fueron Juan José Pereira, Nelson Díez, Gustavo Menéndez Giacosa, Ramón Rodríguez Cury, Felipe Yamandú Goiriena, Eugenio Monteiro y Yamandú Rodríguez. De ellos, Goiriena fue senador suplente por el Frente Amplio y Rodríguez Cury fue edil del Partido Colorado primero y del Partido Nacional (2005-2010) después.

Benavides contó a 180 que tuvo oportunidad de conversar con uno de ellos hace pocos días, y dijo, sin mencionar su nombre, que si bien no le pidió disculpas expresas manifestó que no recordaba el hecho. “Él tenía una vaga idea y casi se había olvidado de gran parte de lo ocurrido. Me dijo que habían sido movidos por determinadas fuerzas políticas y sociales”, contó Benavides, y agregó que con quien habló es una persona “que ha tenido su trayectoria” y que “afortunadamente” cambió radicalmente su posición filosófica.

“A mí lo que más me dolió es que no se hubiera levantado ninguna voz, de donde fuera, oficial, privada, personal o por grupo, a decir que fue una barbaridad eso”, expresa el autor de Tata Vizcacha.

Benavides cuenta que cuando se enteró de que iban a quemar sus libros estaba a media cuadra del lugar, y que presenció el acto junto a dos amigos suyos sin que el resto de las personas hiciera o dijera nada. Dijo que después de ese día todo siguió como si no hubiese ocurrido nada, y que luego pudo publicar otros libros sin inconvenientes.

Agamenón Castrillón, escritor, exalumno y amigo tacuaremboense de Benavides, opina que no es importante denunciar el acto y mucho menos a quienes lo perpetraron, sino que donde hay que poner el acento es en “cómo nosotros como sociedad nos permitimos este tipo de actos “purificadores” contra los “herejes”, y que se tapen”. Agregó además que no es la primera vez que en una ciudad del interior se ocultan secretos “turbios” de algunos integrantes de su aristocracia.

Para reivindicar esto, Castrillón afirmó que el próximo viernes, media hora antes de la presentación, se convocará a la gente en la plaza 19 de Abril para expresarse sobre lo ocurrido allí hace 57 años y hacer una especie de “cabildeo” o denuncia pública. Allí, dijo Castrillón, “resurgirá el Ave Fénix de las cenizas”.

El libro se presentará además en Montevideo, en Espacio Guambia, en mayo, y el 26 de ese mes en la Biblioteca Municipal de Maldonado.

Castrillón afirma que más allá de lo que sucedió en torno a Tata Vizcacha, realmente es un libro bueno, con “poemas buenísimos”, pese a los jóvenes 24 años del escritor, de verso libre, lenguaje contemporáneo y vanguardista.

El libro contiene además una especie de dossier con una nota del propio Benavides sobre la obra, un artículo de Martha Valentini de la época (que junto con un comentario de Benedetti en Marcha fueron los únicos que mereció la obra), los testimonios facsimilares del M.A.D. (declaratoria de fundación y un suelto publicado en el principal diario del pueblo), la entrevista de La hora y un contacto telefónico con Walter Ortiz y Ayala sobre el libro, cuenta Castrillón.

Washington Benavides es autor de letras que cantan Numa Moraes, Eduardo Darnauchans, Larbanois-Carrero y Daniel Viglietti. “Es el poeta más musicalizado. Zitarrosa tiene un disco que se llama Desde Tacuarembó que tiene todos temas de Benavides con música de otros artistas”, afirma Castrillón.