Esperando que salte el oro negro

El viernes se iniciaron las perforaciones en busca de petróleo en Pepe Núñez, una localidad salteña sin luz eléctrica donde viven 20 familias. El presidente de Ancap, Raúl Sendic, dijo que este es “un momento histórico” y los pobladores se entusiasman con “el despertar” del pueblo. Lo único que le queda hoy a Pepe Núñez es “esperar que salte el oro negro”, dijeron algunos habitantes a 180.

Actualizado: 03 de junio de 2012 —  Por: Juan José Marti

Esperando que salte el oro negro

Sin datos (Todos los derechos reservados)

A 100 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó hay una localidad de no más de 70 habitantes. Para llegar a ella hay que recorrer 20 kilómetros por un angosto camino de tierra donde solo se ven algunas ovejas, ñandúes, vacas y algún lugareño que saluda. La bienvenida al pueblo la da un cartel que dice “PEPE NÚÑEZ” con un nido de hornero encima.

“Este lugar fue seleccionado por nuestros geólogos e ingenieros porque había indicios de hidrocarburo”, explicó Sendic. En principio se harán cuatro perforaciones en la zona buscando constatar la existencia de la “roca generadora”, que son las rocas que producen el petróleo.

Héctor De Santana, Gerente de Exploración y Producción del proyecto, afirmó que “nunca hubo una inversión tan grande en el mundo en un período tan corto para áreas de frontera exploratoria”, es decir, áreas que no tienen petróleo. El geólogo dijo que lo más importante es confirmar que dentro de las áreas offshore (alejadas de la costa) de Uruguay puede haber un sistema petrolero.

Pueblo Pepe Núñez, Salto (foto: Agustina Larrosa)

Alberto Torterolo, vicepresidente de ERMAL S.A., la empresa contratada por Ancap para realizar las perforaciones, explicó a 180 que el mínimo total de perforación de cada pozo es de 2000 metros y el máximo 3800, pero aclaró que ellos trabajan según lo que les indique Ancap. En el lugar hay una máquina manejada por un perforista y dos ayudantes, y el avance es entre 30 y 50 metros de profundidad por día.

Sendic expresó que antes de comenzar estos trabajos, que se extenderán por lo menos hasta fin de año, había “mucha preocupación por la seguridad de las personas, de la población y por el cuidado de los recursos naturales”. El jerarca explicó que se hizo un acuerdo con los superficiarios (dueños del terreno que se está perforando) y se les paga un alquiler mientras se ocupan los predios para esta actividad.

María Luisa Rodríguez, la maestra de 4º, 5º y 6º de la escuela rural Nº59 que tiene 22 alumnos, contó a 180 que las computadoras de los niños quedan agotadas porque no hay energía eléctrica para cargarlas. “Les damos uso (a las ceibalitas) pero no podemos darle el que desearíamos”, explica.

Escolar con su ceibalita en el lugar de perforación (foto: s/d Presidencia)

Esta escuela es una de las pocas que quedan en el país que aún no tienen acceso a internet ni a energía eléctrica. La maestra, al igual que otros habitantes del pueblo, siente que estas perforaciones son “el despertar de Pepe Núñez”.

Respecto a esto, Sendic expresó que se van establecer coordinaciones con UTE para llevar electricidad al pueblo. Un primer resultado positivo de este proyecto, según él, es que se encontró una “reserva importante” de agua, ya que Pepe Núñez tiene dificultades para el acceso al agua potable.

“Estamos contentos”, dijo Javier Gutiérrez, resumiendo el sentimiento de los habitantes de Pepe Nuñez. Su casa está a 100 metros de donde están las perforaciones y su padre es el dueño del terreno que Ancap alquila.

Este sábado Javier escuchará el partido de Uruguay a través de la radio porque no puede verlo por televisión. Cuenta que el pueblo “se está llenando de viejos” y va quedando deshabitado porque los jóvenes se van a estudiar a la ciudad y no vuelven: “¿Para qué van a volver? Acá no hay nada para hacer más que subirte arriba de un caballo”. Él se entusiasma con la posible llegada de la luz eléctrica y la construcción de nuevos caminos, pero afirma que lo único que le queda hoy a Pepe Núñez es “esperar que salte el oro negro”.