Álvaro Uribe y la necesidad del enemigo

El ex presidente colombiano Álvaro Uribe se mostró contrario a las conversaciones de paz entre el gobierno y las FARC. Sin embargo, un estudio demuestra que Uribe pudo haber derrotado a la guerrilla durante su mandato pero no lo hizo para tener ventaja en su posible reelección.

Actualizado: 18 de setiembre de 2012 —  Por: Redacción 180

Álvaro Uribe y la necesidad del enemigo

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Cuando el presidente Juan Manuel Santos confirmó la existencia de las negociaciones y se dio a conocer el mapa de ruta del diálogo, Uribe cuestionó duramente a su ex ministro de Defensa. “Es una bofetada a la democracia” discutir con un grupo terrorista el desarrollo rural del país, dijo el ex presidente. “Con estos grupos lo que hay que hacer es un sometimiento a la justicia”, agregó.

Una de las grandes razones por las que Uribe fue elegido como presidente fue que era el candidato que ofrecía mano dura para el problema de la guerrilla. Sin embargo, un estudio realizado por economistas de universidades de Colombia, Noruega y el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Harvard en Estados Unidos demuestra que Uribe pudo haber derrotado militarmente a las FARC durante su mandato, pero no lo hizo para tener ventaja en su posible reelección.

El informe fue publicado en agosto y sustenta sus conclusiones en un modelo con una parte matemática y estadística y, además, un aluvión de datos sobre actividad política, militar y guerrillera.

Juan Vargas, economista de la Universidad del Rosario, uno de los autores del informe, habló con No toquen nada y contó cuál fue el punto de la investigación: “mostrar cómo en la política se puede dar el hecho de que los políticos tengan incentivos a no resolver los problemas para los cuales fueron elegidos”.

Uno de los ejemplos que mencionó Vargas sobre esta teoría fue el de George W. Bush: el ex presidente de Estados Unidos podría no haber tenido incentivos para capturar o matar a Osama Bin Laden ya que era funcional a su reelección ya que permitía recordarle a los estadounidenses que la amenaza estaba viva ahí afuera.

En el caso del estudio realizado en Colombia sobre el período de gobierno de Álvaro Uribe los investigadores llegaron a la conclusión de que “en los momentos en los que la FARC sufrió derrotas más grandes, y por lo tanto eran los momentos justos para redoblar el esfuerzo y poder acabar con la tarea en forma militar, esto no se hizo”; y de hecho “la iniciativa militar contra la guerrilla disminuyó”.

Vargas destacó que la participación militar contra las FARC “disminuyó más en los lugares electoralmente más importantes” para el presidente, algo que “sugiere que Uribe no quería acabar con la gallinita de los huevos de oro, no quería acabar con el problema para el cual fue elegido porque eso hacía que perdiera su ventaja comparativa en las elecciones que se acercaban”.

Finalmente, Uribe no llegó a presentarse a las elecciones que terminó ganando Juan Manuel Santos, su ministro de Defensa. Pero sí existió el intento de habilitar una segunda reelección del mandatario por vía de reforma constitucional hasta poco tiempo antes de la votación.

Esta situación podría responder a otros intereses, como el de las propias Fuerzas Armadas de Colombia, por lo que los autores del estudio controlaron esta variable para poder darle el peso que le corresponde.

Otra duda que puede quedar es si esa retracción de la actividad militar no estuvo dada por la actitud de las propias FARC, una actitud natural de repliegue después de sufrir un golpe importante. Esa hipótesis alternativa también fue testeada por los investigadores, quienes constataron que “la guerrilla se retrae después de los grandes golpes pero no es cierto que se retraiga más en los sitios que son electoralmente más favorables para el presidente Uribe”.

La investigación fue realizada por Juan Vargas, otro economista colombiano llamado Leopoldo Fergusson, el noruego Ragnar Torvik y el estadounidense James Robinson, de la Universidad de Harvard. Según Vargas, el caso colombiano fue una muy buena oportunidad para poner a prueba la teoría de la necesidad de un enemigo de los políticos.

En base a un informe de Ricardo "Sueco" Leiva en No toquen nada.