España se quedó sin su sexto título, mientras que la República Checa consigue su segunda corona, después de haber logrado la primera en 1980 bajo la bandera de Checoslovaquia, liderados por el mítico Ivan Lendl, que entonces tenía apenas 20 años.
El estadio explotó de alegría y todo fue emoción y celebración para un país que logró en esta temporada el doblete de la Davis y la Copa Federación, el torneo equivalente en el tenis femenino.
Esta victoria fue obtenida por el desempeño sobre todo de Stepanek y también de Tomas Berdych, los únicos dos jugadores que enfrentaron a la potente 'Armada', que llegaba como defensora del título y deja el trofeo en Praga, pero se va con la frente en alto.
"Pasé toda mi carrera esperando este momento, no puedo describir lo que siento. Almagro, N.11 mundial, era favorito. Pero me sentí muy bien en el court durante todo el partido (...) Este éxito pertenece a todo el país", destacó el héroe del día, el veterano Stepanek.
Berdych, el gran ídolo local, también celebró el éxito: "Felicitaciones para Radek, ganarle a Almagro cuando estábamos 2-2 (en el global de la final) es algo fantático. Hemos escrito un nuevo capítulo en la historia (del tenis checo). Doy las gracias a todos, estamos viviendo momentos inolvidables".
El quinto punto fue ganado en buena ley, dado que se esperaba mucha más combatividad por parte de Almagro ante un jugador al que técnicamente supera.
El servicio fue un arma fundamental para el triunfo del local, puesto que, salvo en el tercer set, en el resto fue mucho más eficaz el ganador con su primero, y eso que el perdedor conectó 15 aces contra sólo 8 del adversario, pero que además cometió menos dobles faltas (3 contra 6).
En la primera manga Almagro estaba irreconocible. Contrariamente a lo ocurrido el viernes ante Tomas Berdych, que necesitó cinco sets para derrotarlo, el murciano, de 27 años y N.11 de la ATP, estaba algo errático y parecía que la responsabilidad le pesaba mucho.
Esto lo aprovechó Stepanek, un 'viejo zorro' que en pocos días cumplirá los 34 y, a pesar de estar N.37 en el circuito (llegó a ser N.8 en su juventud), fue decisivo, como ya lo había sido en el dobles del sábado.
Tras un comienzo mano a mano, el jugador de Karvina aprovechó las dudas de su rival para hacerle el break en el décimo juego y ganarle el parcial por 6-4.
Antes de este encuentro, estos dos tenistas se habían visto las caras en sólo tres ocasiones: la primera en Roma en 2005 sobre tierra batida, donde ganó el checo, quien volvió a hacerlo en 2010 en París-Bercy sobre superficie rígida, mientras que el español le ganó en esta temporada en la primera ronda del US Open, sobre las pistas duras de Flushing Meadows. Ahora, el mano a mano lo domina el checo 3-1.
Sin embargo, por aquello de que "no está muerto quien pelea", Almagro, un buen jugador, además aguerrido, logró la inflexión en el quinto juego para ponerse 3-2 arriba y hacer levantar de sus asientos a los centenares de españoles que había en las tribunas.
Pero, el local volvió a hacer el quiebre en el octavo juego (4-4), y mano a mano llegarían al tie-break, en el que éste fue mucho más eficaz, a pesar de que pareció sentirse de su rodilla izquierda, y se lo llevó en blanco, por 7-6 (7/0), con su quinta bola de set.
También hubo una guerra de gestos. Stepanek se caracteriza por su costumbre de tratar de desconcentrar a los rivales provocándolos y, 'Nico' Almagro, cuando lo buscan tampoco se queda atrás.
En la tercera manga cambió la tendencia, y el español quebró el servicio del checo en el sexto juego y logró ponerse 4-2 arriba para ganarla por 6-3 cuando llevaban jugando más de tres horas (sobre 3 y 52 minutos).
A pesar de mostrarse agotado, el checo logró hacer el break en el segundo juego de la cuarta manga, que cerraría en 6-3, llevándose el triunfo decisivo en un partido donde Stepanek sacó, devolvió mejor y conectó 157 golpes ganadores, contra 137 de su adversario.
"Cada uno de los miembros del equipo aportó lo suyo a esta victoria. Es un éxito fantástico para todo nuestro país, el tenis checo, pero sobre todo de Tomas y Radek", comentó el capitán del equipo campeón, Jaroslav Navratil.
AFP