Al iniciar estos estudios por parte del Instituto Cuesta Durate, en 2010 y 2011, hubo que hacer algunas consideraciones a propósito de la categoría de los diezmilpesistas, introducida por el instituto sindical.
Según un informe de No toquen nada de julio de 2012, "los considerados diezmilpesistas por este estudio del Cuesta Duarte son los que ganan por hora menos de lo que ganaría una persona con una semana laboral de 40 horas y 10.000 pesos de sueldo líquido. Este valor es cercano a los 60 pesos por hora y habilita a que queden dentro personas que ganan, por ejemplo, 15.000 pesos o más al mes, y deja afuera personas que ganan 4.000 pesos".
Además se agrega que "para considerar a una persona como diezmilpesista el Cuesta Duarte sólo toma el trabajo principal, por lo que el pluriempleo no está contemplado a pesar de ser un hecho frecuente en el mercado laboral uruguayo".
En la Nota Metodológica del estudio se ratifica la misma fómula que años anteriores. Esto quiere decir que muchos casos de salarios sumergidos construidos de esa forma no responden necesariamente a una situación de pobreza o dificultades económicas. Los principales diferencias están por el lado de que las personas tienen más de un trabajo, puede haber muchos miembros de familias con buen nivel de ingresos que tienen trabajos con bajo pago por hora, que realizan por hobby o como actividad secundaria respecto a los estudios.
De los 800 mil salarios inferiores a 14 mil pesos relevados en el informe de 2013, 490 mil no llegan a percibir 10 mil pesos y casi 160 mil reciben por mes menos de 6 mil pesos. Sin embargo, 74.550 trabajadores reciben sueldos mayores a los 50 mil pesos.
El informe establece que mientras la mitad de los privados tienen salarios sumergidos – menores a 14 mil pesos- en el caso de los empleados públicos son un 20% los que están en esta situación.
Por otro lado, más de un 27% de los salarios que paga el sector privado no llega a los 10 mil pesos mientras que en el sector público la cifra es del 6%.
Los salarios sumergidos fundamentalmente responden a los trabajadores del comercio, del servicio doméstico, de la industria manufacturera y de los empleados del Sector Primario vinculado a la Ganadería, Agricultura y Pesca. Entre estos cuatro sectores, establece el informe, se encuentra el 60% del total de asalariados con bajas remuneraciones y junto con el sector de Restoranes y Hoteles, “estos trabajadores con bajos salarios tienden a concentrarse en niveles de entre 6 mil pesos y 10 mil marcando la profundidad del problema”.
En el sector de comercio, son 14.315 los trabajadores que perciben un ingreso menor a 6 mil pesos. En esta área las situaciones más críticas, señala el estudio, tienden a concentrarse en el comercio al por menor con porcentajes de trabajadores afectados en algunos casos próximos al 80%.
Asimismo, se puntualiza que los bajos sueldos en almacenes no especializados (que incluyen supermercados y grandes superficies) alcanzan a casi 29.000 trabajadores y son seguidos por tiendas de ropa, de venta especializada de alimentos como verdulerías o carnicerías, ferreterías, pinturerías, casas de electrodomésticos, mueblerías, farmacias y estaciones de servicio, entre otros. Mientras que el comercio al por mayor registra casi 25 mil asalariados con niveles sumergidos.
Por otro lado, son 20.492 las personas que se desempeñan en el servicio doméstico que ganan menos de 6 mil pesos mensuales.
El informe concluye con una recomendación que “ante esta realidad salarial que dificulta profundizar en la reducción de la desigualdad y la pobreza, es necesario acelerar la mejora del Salario Mínimo Nacional y priorizar con mayor énfasis la mejora de los salarios mínimos en la negociación colectiva”.
